(CH/InfoCatólica) La hermana dominica de Maryknoll Abby Avelino, coordinadora internacional de la red católica Talitha Kum contra la trata de personas, ha señalado que estos conflictos han agravado la situación, especialmente para los niños, quienes tienen mayor riesgo de sufrir abusos.
Talitha Kum, una red de redes con más de 6.000 miembros en más de 90 países, destaca la vulnerabilidad de los niños no acompañados o separados de sus familias, quienes son presa fácil de los traficantes.
Según el informe Global Slavery Index 2023, la «trata en orfanatos» está aumentando debido a estos conflictos. Este fenómeno implica el reclutamiento de niños en instituciones de cuidado residencial con fines de lucro y explotación.
Avelino destacó la historia de Karim, un niño libanés de 11 años que trabaja en condiciones peligrosas con un carpintero por un sueldo irrisorio y sufre abusos físicos. Este caso ejemplifica la situación de muchos niños en extrema pobreza.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que 152 millones de niños entre 5 y 17 años son víctimas de trabajo infantil. Además, un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) indica que uno de cada tres víctimas de trata en el mundo es un niño, sufriendo diversas formas de explotación, como el trabajo forzoso, el matrimonio precoz y forzado, y el abuso sexual.
Avelino también advirtió sobre el uso creciente de la tecnología e Internet por parte de los traficantes para explotar y vender a los niños en línea, lo que plantea nuevos desafíos para combatir la trata de personas.
Talitha Kum ha lanzado una aplicación llamada «Caminando en Dignidad» para concienciar sobre los signos de la trata y promover cambios de comportamiento. La organización también realiza campañas y eventos para prevenir la trata de personas y educar a los jóvenes vulnerables.
La religiosa subrayó la necesidad de una acción urgente para proteger a los grupos más vulnerables, especialmente los niños, y apoyar a las víctimas. Citando al Papa Francisco, enfatizó la importancia de escuchar a quienes sufren y promover una cultura de dignidad y una economía del cuidado.