(Efe/InfoCatólica) En este sentido, aunque todavía no se puede confirmar el lugar de la celebración, ha apuntado que la base militar de Armilla (Granada) es "una de las posibilidades más adecuadas".
Asimismo, Monseñor Martínez ha señalado que cuentan con la colaboración de las distintas autoridades civiles y eclesiásticas para la organización de este evento, que se prevé "multitudinario".
El arzobispo ha explicado que el día anterior a la beatificación se celebrará una vigilia, que espera que pueda tener lugar en la Catedral de Granada, en la que se podrá pasar la noche en oración por turnos.
El 12 de septiembre, día en que se inscribirá su nombre en el álbum de los beatos, se proclamará la beatificación, con la presencia del prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, Monseñor Angelo Amato, y se celebrará una eucaristía de acción de gracias que incluirá la oración del beato.
Al día siguiente se celebrará una eucaristía de acción de gracias por la beatificación en la Catedral de Granada, así como en otros lugares donde haya grupos de personas devotas de Fray Leopoldo, como Málaga y Alpandeire (Málaga).
La beatificación tendrá lugar en Granada, de acuerdo con la nueva legislación de la Iglesia Católica, que establece que estos actos se celebren, en lugar de en Roma como sucedía anteriormente, en las diócesis donde los beatos fallecieron.
El arzobispo ha destacado de Fray Leopoldo su "sencillez y simplicidad" y ha dicho de él que "es un modelo para tiempos de crisis, de amor y de carencia de pretensiones y avaricia".
Para Monseñor Martínez, "el riquísimo patrimonio de santos" que ha canonizado la Iglesia a lo largo de los años "pone de manifiesto una humanidad bellísima".
Por su parte, el vicepostulador de la causa de Fray Leopoldo, el padre Alfonso Ramírez Peralbo, ha resaltado de él "su mensaje de humildad y sencillez, que debemos observar e imitar", así como su "fama universal".
El padre Ramírez ha recordado algunos de los milagros que se le atribuyen, como la curación de una enferma de lupus después de varias complicaciones que hicieron a los médicos temer por su vida.
Nacido en la localidad malagueña de Alpandeire en 1866, Francisco Tomás Márquez tomó el hábito capuchino en el Convento de Sevilla en 1899 cambiando su nombre por el de Leopoldo.
En 1914 llegó a Granada, donde se quedaría definitivamente y se hizo muy popular por su oficio de fraile limosnero, que siguió hasta su muerte en esta ciudad a los 92 años en febrero de 1956.