(InfoCatólica) «Queridos amigos, reciban este saludo con motivo de su reunión titulada ‘Ética de la IA para la paz’», Así comenzó el mensaje del papa Francisco, quien ya había abordado estos temas ante los líderes políticos del G7.
El Pontífice destacó que «la máquina puede elegir por medio de algoritmos, pero el ser humano no solo elige, sino que es capaz de decidir». Esta diferencia fundamental, según Francisco, radica en la capacidad humana de evaluar y decidir de manera práctica, lo cual es esencial para preservar la dignidad humana.
El Papa insistió en la necesidad de garantizar un control significativo del ser humano sobre los procesos de elección utilizados por los programas de inteligencia artificial:
«Condenaríamos a la humanidad a un futuro sin esperanza si quitáramos a las personas la capacidad de decidir por sí mismas y por sus vidas, condenándolas a depender de las elecciones de las máquinas».
Francisco elogió la iniciativa de celebrar un evento de esa naturaleza y pidió a los participantes que muestren al mundo un compromiso efectivo para proteger la dignidad humana en esta nueva era de uso de las máquinas. «El hecho de que se reúnan en Hiroshima para hablar de inteligencia artificial y paz tiene una gran importancia simbólica», afirmó, recordando que la ciudad japonesa es un lugar emblemático en la lucha por la paz mundial.
El Papa destacó la urgencia de replantear el desarrollo y la utilización de dispositivos como las «armas autónomas letales». Según el Pontífice, es crucial prohibir su uso y garantizar un control humano significativo sobre estas tecnologías.
«Ninguna máquina debería elegir jamás poner fin a la vida de un ser humano»
Finalmente, el Papa subrayó la importancia de incluir la riqueza cultural de los pueblos y las religiones en la gobernanza de la inteligencia artificial. Considera que ello es clave para el éxito en la gestión de la innovación tecnológica.
Francisco concluyó su mensaje deseando que la reunión de Hiroshima dé frutos de fraternidad y colaboración, y rezó para que cada uno de los participantes pueda convertirse en un instrumento de paz para el mundo.