(Die Tagespot/InfoCatólica) La diócesis austriaca de Linz ha confirmado el acto reparador de la dignidad de la Virgen, cuyo autor aún se desconoce. «Éramos conscientes de que también provocábamos polémica con esta exposición», explicó Johann Hintermaier, vicario episcopal de Educación, Arte y Cultura de la diócesis de Linz. «Si hemos herido los sentimientos religiosos de la gente, lo sentimos, pero condeno enérgicamente este acto violento de destrucción, la negativa al diálogo y el ataque a la libertad de arte».
De hecho, se ha lanzado una petición en la plataforma «Citizengo.org» aludiendo a sentimientos religiosos heridos, con la petición de «retirar esta escultura de la Catedral de Santa María inmediatamente». Esta representación, una postura íntima «que sólo pueden observar los padres o los parientes más cercanos», no está «destinada al público».
En la petición también se afirma que ninguna otra mujer sería fotografiada en una situación semejante y expuesta al público. Todo nacimiento, especialmente el de «nuestro Dios Jesucristo», se considera sagrado. Se «ataca directamente la virginidad perpetua de nuestra Santísima Madre María» y se «hieren los sentimientos religiosos de los católicos practicantes». Casi 9.000 personas habían firmado la petición hasta el lunes por la tarde.
A la petición se adjuntaba una carta dirigida al párroco de la catedral, Maximilian Strasser, y al obispo de Linz, Manfred Scheurer, en la que, entre otras cosas, se habla de una ruptura del tabú «que los artistas sitúan en un contexto de comprensión feminista-pagana». «Esta escultura debería ser retirada de la catedral de Linz». En el canal de YouTube «Catholic Answers» también se hizo un llamamiento a los creyentes para que enviaran un correo electrónico objetivo y no emotivo al obispo responsable, Manfred Scheurer, pidiéndole que vigilara este tipo de hechos, que no permitiera que se produjeran y que se retirara la «escultura blasfema».
El nacimiento nunca se mostrará
La creadora de la estatua, la artista Esther Strauß, explicó que había querido tematizar a la Virgen María como mujer y mostrarla como nunca antes se había mostrado. Strauß justificó su elección con la observación de que «el nacimiento que millones de personas celebran el 24 de diciembre» no se podía encontrar «en ninguna pintura o escultura». Al hablar del nacimiento de Jesús, uno se imagina «a un niño en un pesebre, pero no a su madre dándole a luz», se cita a la artista en la página web de la diócesis de Linz.
La estatua iba a exponerse durante tres semanas en la Capilla de la Torre Oeste de la Catedral de Santa María de Linz, dentro de la serie «Posiciones artísticas sobre la Sagrada Familia», con motivo del centenario de la consagración.