(Vatican.news/InfoCatólica) Los próximos 15 y 16 de junio se celebrará en Suiza, precisamente en la localidad de Burgenstock, la conferencia de paz sobre Ucrania, en la que no participarán Rusia ni China. Cualquiera puede entender que esas ausencias hacen supérfluo dicho evento. pero según el cardenal Zuppi será un importante «ejercicio» para evaluar las perspectivas y oportunidades de paz entre Ucrania y Rusia. Entrevistado po la agencia de noticias el purpurado cree que será fundamental la contribución que Europa aporte -dijo- para la resolución del conflicto a través de negociaciones. «La Europa unida, nacida después de la Segunda Guerra Mundial y basada en el rechazo de la guerra como instrumento de resolución de conflictos», continuó el cardenal, «no debe abandonar esta visión». Lo cierto es que los principales países de la Unión Europea están involucrados en la guerra al dar armas a los ucranianos para que combata contra los rusos-
Al final de la entrevista, Zuppi recordó cómo las palabras del Papa sólo pueden entenderse de forma unívoca: el Pontífice nunca ha negado la responsabilidad de la guerra, sino que ha subrayado el valor de la negociación, que no significa «capitulación, sino que debe significar una solución del conflicto sobre la base del derecho y con la ayuda de toda la comunidad internacional».
Al borde de la guerra mundial
Sin embargo, las tensiones en las últimas horas parecen aumentar bruscamente tras la autorización a Ucrania por parte de Washington y otros países de la OTAN para utilizar armas occidentales en territorio ruso. Sobre el terreno se ha producido el primer ataque ucraniano con misiles estadounidenses en la región de Belgorod. Los sistemas de defensa antiaérea de Moscú también derribaron cuatro drones ucranianos sobre la misma región, informó el servicio de prensa del Ministerio de Defensa del Kremlin. Otros 20 drones fueron destruidos ayer, lunes 3 de junio, sobre la zona rusa de Kursk. Las fuerzas de Moscú, por su parte, anunciaron que habían bombardeado la región de Járkiv. La ofensiva rusa continúa en esta zona, por lo que varios países de la OTAN han autorizado a Ucrania a utilizar sus armas contra objetivos en territorio enemigo. Sin embargo, estos ataques ucranianos deben limitarse a golpear instalaciones militares al otro lado de la frontera, en Járkiv, y nunca podrán utilizarse misiles de largo alcance contra otros objetivos.
De igual forma, Francia ya ha anunciado el envío de asesores militares para formar a soldados ucranianos en el uso de armamente sofisticado. A ello Rusia ha respondido diciendo que tales asesores son un objetivo legítimo para ser destruido.
Las posibilidad de que el conflicto escale hasta convertirse en la tercera guerra mundial, que seguramente sería atómica, es cada vez más evidente.