(OrtodoxTimes/InfoCatólica) Ayer 25 de mayo, la Iglesia conmemoró el Tercer Hallazgo de la Preciosa Cabeza de San Juan Bautista, así como la memoria del Mártir Celestino y de San Olbián.
La preciosa cabeza de San Juan Bautista fue encontrada por primera vez en Maqueronte, en Palestina, donde se encontraba el palacio de Herodes. La cabeza se encontró milagrosamente por segunda vez en Emesa, guardada en un cántaro, en el año 431.
La cabeza se encontró por tercera vez en Komana, Capadocia, cuando un venerado sacerdote, que iba completamente guiado por Dios, la logró hallar en el interior de una caja de material de plata que estaba enterrada en el suelo.
Este acontecimiento tuvo lugar antes de finales del siglo IX y la santa reliquia fue trasladada a Constantinopla, donde los fieles la acogieron y depositaron en el famoso Monasterio de Stoudios.
Como señala San Teodoro el Estudioso en su encomio, el hallazgo de la santa cabeza o de otras santas reliquias es un mensaje del Cielo y una invitación a los fieles para una vida de fe y santidad con el apoyo de los santos a los que el Señor mismo ha dotado del don de confortar y capacitar a las personas.
Especialmente hoy, con tantas pruebas, dificultades y penas de la vida cotidiana, sacamos fuerza y valor de la gracia y generosidad de nuestros santos y, sobre todo, de la ética y rectitud de San Juan Bautista.