(UCANews/InfoCatólica) Hoy domingo al Iglesia Católica celebra la Solemnidad de Pentecostés, por lo que los católicos tenemos la oportunidad de adquirir una indulgencia plenaria, tanto para nosotros mismos como para las almas en el Purgatorio. Según el Catecismo de la Iglesia Católica, el Purgatorio representa una fase de «purificación final» para aquellos que han fallecido en gracia y amistad con Dios pero que aún necesitan ser purificados de manera incompleta antes de entrar al cielo, aunque estén seguros de su salvación eterna.
La indulgencia plenaria, según la Enciclopedia Católica (EC), implica la completa remisión de la pena temporal asociada al pecado, eliminando la necesidad de expiación en el Purgatorio.
En términos simples, restaura el alma a su estado bautismal, asegurando el acceso al Cielo si uno fallece después de recibirla.
Sin embargo, la EC aclara que no es una licencia para pecar ni un perdón para futuros pecados, ni tampoco absuelve la culpa del pecado, ya que esta debe haber sido perdonada previamente.
Más bien, representa una satisfacción más completa de la deuda ante Dios, que puede ser saldada durante la vida terrenal mediante el Sacramento de la Penitencia.
Las almas en el Purgatorio aguardan la entrada al Cielo y los católicos pueden ayudarlas en su purificación siguiendo estos pasos: tener la intención de no pecar de nuevo, confesar todos los pecados, recibir la Eucaristía, orar por las intenciones del Papa y recitar el himno Veni Creator Spiritus durante la Solemnidad de Pentecostés.