(RR/InfoCatólica) La segunda escolástica es un movimiento intelectual que floreció en los siglos XVI-XVIII, justo después de la primera escolástica, durante la época moderna. A ella pertenecen grandes pensadores –muchos de ellos, españoles– de la talla del cardenal Cayetano, Francisco de Vitoria, Luis de Molina, Francisco Suárez, Bartolomeo Mastri, Juan de Santo Tomás…
Así como se habían escrito diversos manuales sobre la primera escolástica (la escolástica medieval, siglos XII-XV), nunca se había escrito un manual que estudiara la segunda escolástica de forma histórica. Habitualmente, la segunda escolástica había sido menospreciada, como si fuera un apéndice de la primera escolástica.
A fin de mostrar el papel fundamental que desempeñó en el desarrollo del pensamiento moderno, el profesor Rafael Ramis Barceló, catedrático de Historia del derecho de la Universitat de les Illes Balears y subdirector del Instituto de Estudios Hispánicos en la Modernidad, ha escrito el primer manual que, en cualquier lengua, trata de forma histórica la segunda escolástica, con una definición, una propuesta de estudio, una periodificación y un análisis causal. La obra, dividida en tres grandes períodos, muestra la interrelación entre la escolástica y la ciencia, la filosofía, la teología y el derecho en la época moderna, y reivindica la segunda escolástica como parte constitutiva del pensamiento moderno, sin la cual no pueden entenderse muchas ideas de Descartes, Leibniz, Wolff o Kant. Está disponible en acceso abierto y también en papel, 'La Segunda Escolástica. Una propuesta de síntesis histórica', Madrid, Dykinson, 2024, 443 pp.
En palabras del autor:
«la segunda escolástica (siglos XVI-XVIII) no es un apéndice del pensamiento medieval, sino una parte constitutiva y esencial del pensamiento moderno, al igual que el ramismo, el cartesianismo, el empirismo… y dialoga con todas estas corrientes».
Hasta este momento, casi siempre se analizaba la segunda escolástica desde Cayetano de Vio hasta Francisco Suárez, muchas veces en relación a los autores medievales o como preludio de los autores modernos, sin que los autores de la escolástica fueran valorados por sus propias contribuciones. En esta obra, se reivindica la «modernidad» de la segunda escolástica, no solo al mostrar de qué forma la «segunda escolástica» alumbró una «escolástica reformada» de alto nivel, sino que influyó en la configuración del racionalismo y la nueva ciencia, al tiempo que estas obligaron a la escolástica a rehacer muchos de sus postulados, en un diálogo y forcejeo continuo con el pensamiento secular. Asimismo, frente al neotomismo, permite mostrar una pluralidad de escuelas que habían sido poco estudiadas como las de San Anselmo, San Buenaventura, Enrique de Gante, Baconthorp, Suárez o Ramon Llull.
Una reconstrucción histórica de la segunda escolástica permite que esta encuentre su espacio propio entre la primera (la escolástica medieval), y la tercera (1772-1965), sobre la que Ramis Barceló escribe un apéndice. La escolástica alicaída de mediados del siglo XX causó mucha aversión a quienes la conocieron, por lo que esta obra quiere mostrar, desde la sociología de la ciencia, que tuvo una historia interna, muy poco conocida, y que desarrolló un comportamiento muy similar al de todos los sistemas de pensamiento.
Al mismo tiempo, esta obra permite conocer globalmente toda la segunda escolástica, en un momento en que, en diversos centros punteros de todo el mundo, se está trabajando intensamente sobre ella, como matriz de importantes hallazgos en derecho, filosofía y teología.