(CNAd/Infocatólica) El Arzobispo de Múnich y Freising se refería así a los planes de partes del gobierno federal que permitirían fundamentalmente poner fin a la vida de niños no nacidos al menos durante las primeras doce semanas de gestación. Dicha propuesta surge a raíz de la recomendación de una «Comisión para la Autodeterminación Reproductiva y la Medicina Reproductiva», que fue presentada recientemente al público. La propia comisión había sido convocada y establecida por el gobierno federal.
Marx describió la legislación actual como un «compromiso arduamente logrado» que ha contribuido a «la pacificación», aunque la Iglesia no esté satisfecha con él.
El cardenal anunció la oposición de la Iglesia a una nueva regulación legal que «reduciría aún más la protección de la vida no nacida». De hecho, tal regulación podría llevar a un «conflicto en la sociedad sobre la protección de la vida humana», advirtió Marx.
Actualmente, los abortos son básicamente un delito penal. Sin embargo, bajo ciertas circunstancias, incluida la participación previa en una consulta, los abortos son exentos de pena. En este contexto, se realizan en Alemania más de 100,000 abortos anuales en el útero, y la tendencia está aumentando.