COMECE: «El aborto no puede ser nunca un derecho fundamental»
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Comunicado ante la votación de mañana en el Parlamento Europeo

COMECE: «El aborto no puede ser nunca un derecho fundamental»

La Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) publica una nota ante la votación del 11 de abril, en Bruselas, sobre la inclusión del derecho al aborto en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (UE). La propia Carta, dice el documento, «no puede incluir derechos que no son reconocidos por todos y que son divisivos».

(Vatican.news/InfoCatólica) Al día siguiente de la publicación de Dignitas infinita, el documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe que enumera el aborto entre las violaciones de la dignidad humana como una práctica «grave y deplorable», obispos de toda Europa reiteran su «no» a la interrupción del embarazo que «nunca puede ser un derecho fundamental» y que va «en dirección contraria a la promoción real de la mujer y de sus derechos». Así se puede leer en una declaración de COMECE, el organismo que reúne a las Conferencias Episcopales de la Unión Europea, titulada Sí a la promoción de la mujer y al derecho a la vida, no al aborto y a la imposición ideológica publicada en vísperas de la votación en el pleno, prevista en Bruselas el 11 de abril, sobre la inclusión del derecho al aborto en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (UE).

Tras la inclusión del derecho al aborto en la Constitución francesa, el debate sobre la introducción de la interrupción del embarazo entre los derechos fundamentales de la UE se ha reabierto, de hecho, a nivel europeo. La resolución ya había sido presentada el 7 de julio de 2022 y había suscitado la oposición de algunos Estados miembros, ahora los eurodiputados han decidido relanzar la propuesta, por lo que se votará de nuevo pasado mañana.

Una sociedad en la que ser madre no sea una limitación

En vísperas de la votación, los responsables de Comece se dirigen a los miembros de la Eurocámara y a los ciudadanos europeos para reiterar, en primer lugar, que «la promoción de la mujer y de sus derechos no está ligada a la promoción del aborto». «Trabajemos por una Europa en la que las mujeres puedan vivir su maternidad libremente y como un don para ellas y para la sociedad, y en la que ser madre no sea en ningún caso una limitación para la vida personal, social y profesional», afirman los prelados.

Derecho a la vida

«El aborto -prosiguen- no puede ser nunca un derecho fundamental. El derecho a la vida es el pilar fundamental de todos los demás derechos humanos, en particular del derecho a la vida de las personas más vulnerables, frágiles e indefensas, como el niño no nacido en el seno materno, el emigrante, el anciano, el discapacitado y el enfermo». A continuación, cita el pensamiento de la Iglesia que siempre ha pensado «coherentemente» que la «defensa de la vida por nacer está estrechamente vinculada a la defensa de cualquier otro derecho humano. Supone la convicción de que el ser humano es siempre sagrado e inviolable, en cualquier situación y en cualquier etapa de su desarrollo».

No a las imposiciones ideológicas sobre la persona humana

El documento concluye citando la misma declaración de Dignitas infinita sobre la dignidad humana: «El ser humano es un fin en sí mismo y nunca un medio para resolver otros problemas. Si se pierde esta convicción, se pierde también la base sólida y duradera para la defensa de los derechos humanos, que estarían siempre sujetos a los caprichos pasajeros de los poderosos». Por ello, las Conferencias Episcopales de la UE piden a la Unión Europea que «respete las diferentes culturas y tradiciones de los Estados miembros y sus competencias nacionales», y que no «imponga a los demás», dentro y fuera de sus fronteras, «posiciones ideológicas sobre la persona humana, la sexualidad y el género, el matrimonio y la familia, etc.».

Respeto a la diversidad de culturas y tradiciones

«La Carta de los Derechos Fundamentales de la UE», reza el texto, «no puede incluir derechos que no sean reconocidos por todos y que provoquen divisiones». No existe ningún derecho reconocido al aborto en el Derecho europeo o internacional, y la forma en que se aborda esta cuestión en las Constituciones y leyes de los Estados miembros varía ampliamente«. En efecto, es la propia Carta, en su preámbulo, la que pide que se respete »la diversidad de las culturas y tradiciones de los pueblos de Europa«, así como »las tradiciones constitucionales y las obligaciones internacionales comunes a los Estados miembros.

La nota fue firmada por el Comité Permanente del Comece: el Presidente Mariano Crociata, Obispo de Latina (Italia); el Vicepresidente Primero Antoine Hérouard, Arzobispo de Dijon (Francia); y los Vicepresidentes Nuno Brás da Silva Martins, Obispo de Funchal (Portugal), Czeslaw Kozon, Obispo de Copenhague (Escandinavia), Rimantas Norvila, Obispo de Vilkaviškis (Lituania).

 

 

14 comentarios

José Martinez
La UE es un ente criminal como cualquier otro que promueve la masacre de millones de niños no nacidos.
Con tanta Conferencia Episcopal, uno se da cuenta por que los obispos no cumplen sus deberes.¿Acaso tanta Conferencia Episcopal ayuda la misión evangelizadora de la Iglesia?
A mí parecer urge eliminar todas esa Conferencias que además de ser i útiles cuestan mucho dinero.
10/04/24 10:31 AM
Juan Mariner
Uropa debe ofrecer víctimas constantes en el ara del diablo Maltus. Ejércitos de reemplazo sumisos esperan en la frontera para poder pasar. La mujer uropea debe quedarse en la mesa del abortorio y con la pata quebrada para ofrecer ofrendas continuas al demonio.
10/04/24 11:32 AM
Lucía Victoria
Había que decirlo alto y claro y se ha dicho. Es el mundo al revés: nada más opuesto al derecho fundamental a la vida (que incluye el derecho a nacer, por razones obvias) que un inventado "derecho fundamental" al aborto.
Yo todavía confío en que tal aberración no prospere.
10/04/24 12:39 PM
Isa
Me gusta la declaración. Servirá o no, pero hay que hacerse oír.
10/04/24 1:21 PM
ATA
Tras introducir el uso de preservativos legalizaron el aborto, lo que ha traído un alarmante descenso de la natalidad han fomentado la inmigración y legalizado y promovido las clínicas de reproducción asistida. Curiosa evolución o contradte
10/04/24 2:18 PM
Siro Sánchez Cebrián
Según la COMECE: «El aborto no puede ser nunca un derecho fundamental», mejor sería que, según mi humilde opinión, NO FUERA NI UN DERECHO BÁSICO, NI ELEMENTAL.

Algunos dirán que mi sugerencia es muy "radical" etc ME ES INDIFERENTE, la vida de un niño no nacido es un ser sagrado.

DIOS, FAMILIA Y FE.
10/04/24 3:31 PM
Generalife
A ver si cierran el abortorio de Granada
10/04/24 3:56 PM
Antonio José, desde Maracena
Se suele caer en el error de decir "no puede ser un derecho" cuando se debería de decir "no debe de ser un derecho". ¿O es que acaso el aborto no es ya, en la práctica, un derecho en muchísimos sitios? ¿Acaso no es verdad que incluso en Francia ya se ha metido como un derecho en la propia constitución? Pues eso, que en estos casos se debería de dejar de utilizar de forma incorrecta la frase "no puede ser un derecho".

Los del PP español deberían de votar a favor de que se incluya como derecho. Por coherencia con lo que hacen en España. Incluso un ex-concejal con IU de mi pueblo me dio la razón hace años cuando le dije que el PP era un partido pro-abortista. Eso sí, me lo dijo en privado y además era amigo de mi abuelo. Supongo que al resto de la gente le dirá todo lo contrario para seguir idiotizando a las masas haciéndoles creer que el PP es como Franco.
10/04/24 5:05 PM
Lucía Victoria
Por si sirve la aclaración. Cuando la COMECE afirma que es una aberración declarar el aborto como un derecho fundamental, es porque en verdad se trata de algo muy serio, con implicaciones jurídicas mucho más graves, y desde luego mucho más sísmicas, que si hablásemos de un derecho básico o de "un derecho" a secas.

La expresión "derechos fundamentales" es la denominación con que suele llamarse a los "derechos humanos" después de haberse "positivizado"; es decir, tras haberse reconocido y consagrado en sus respectivas constituciones como derechos intrínsecos e inherentes a las personas. Porque existe un consenso unánime de que lo son; por ej., nadie duda de que cualquier persona tiene derecho a la propiedad, o a desempeñar un trabajo, con independencia de su raza, de su sexo, de su orientación política, de su nacionalidad, etc.

De hecho, y por no detenerme en matices, que haya una Declaración de Derechos Humanos en nada condicionaba en principio a los estados, salvo por la anécdota de que ellos mismos hubiesen consagrado tales derechos ("fundamentales") en sus respectivos ordenamientos jurídicos. Los derechos fundamentales son los derechos, por así decirlo, top; los que merecen mayor amparo, los que gozan de una protección y desarrollo legal más pormenorizado y los que tienen una tutela judicial más férrea y más garantista, acompañada incluso de indemnizaciones económicas. En caso de colisión entre derechos, no hay discusión: derech
10/04/24 9:12 PM
Lucía Victoria
(Continúo) Siendo esto así, la gravedad del asunto aquí, si prospera, es que, aunque la UE no tiene una Constitución, sí tiene una norma que hace las veces y que -aunque hasta hace pocos años no pintaba mucho- a día de hoy ya tiene el mismo rango que los Tratados vigentes de la UE (TUE y TFUE): la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Lo que quiere decir que los derechos que en ella se consagran tienen que ser reconocidos y respetados, sí o sí, por los Estados miembros (legislador, administración, jueces, sistema de salud, ciudadanos). Si, como se propone ahora, el derecho al aborto se introduce en la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE, eso supondrá que, inmediatamente a continuación, todas las legislaciones de los 27 Estados miembros de la UE (todos, todos, todos) deberán reconocer el aborto como fundamental en cada uno de sus ordenamientos jurídicos. Y que sus jueces tendrán que dar, automáticamente, la máxima protección en caso de denegarse, por ejemplo, por un médico. Tampoco habrá nada que impida ya que sea un delito impedir o tratar de disuadir a una mujer que quiera abortar. O predicar en misa acerca del valor de la vida desde el momento de la concepción,,,

Es una manifestación más del nuevo orden mundial. Y así es, gráficamente, la forma en que va penetrando, como lluvia fina, para lograr equiparar legislaciones y culturas, sorteando hábilmente -y desde arriba- la soberanía de los Estados.

Por eso es tan importante-IMPRESCINDIBLE-
10/04/24 9:19 PM
Antonio José, desde Maracena
Siro Sánchez Cebrián, ser radical no tiene por qué ser malo. "Radical" viene de raíz, y en el caso del aborto es justamente ahí desde donde parte el mal: en no reconocer la evidencia de que la vida empieza en la concepción.
10/04/24 9:34 PM
Lucía Victoria
*Quise poner que "deberán reconocer el aborto como derecho en cada uno de sus ordenamientos jurídicos."-

Y terminaba diciendo cómo este es sólo un botón de muestra de lo importante -VITAL- que es que la Iglesia Católica esté
presente en estos foros internacionales, como interlocutora válida y legítima, para hacer oír la voz de los pequeños, de los desheredados, de los sin voz. Para que se escuche la Verdad. Aun a costa de que para muchos eso sea interpretado como una forma de "confraternizar" con el enemigo. Por eso encuentro tan valioso y tan oportuno, casi providencial, el documento "Dignitas infinita". En verdad, lo que está en juego es de unas dimensiones infinitas.
11/04/24 12:12 AM
Javier
Yo me he largado ya de España y de Europa. Mis impuestos no contribuirán a la matanza de humanos que lleva ya muchos años siendo legal en Europa en gobiernos socialistas y también en los gobiernos del partido popular
11/04/24 5:47 AM
sofía
Bien por la COMECE!
Muy de acuerdo con el análisis de Lucía Victoria.
11/04/24 9:52 AM

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