(Diócesis de Villarrica/InfoCatólica) Monseñor Francisco Javier Stegmeier S., Obispo de la Diócesis de Villarrica, tuvo el honor de presidir la Eucaristía. Durante la Misa, hubo varios momentos significativos: la apertura del Templo e ingreso de todos los presentes, bendición y aspersión con agua bendita, la colocación de las reliquias de los santos a los pies del altar, la letanía de los santos, unción del altar, incensación de la nave central de la Iglesia y del pueblo de Dios, revestimiento del altar y su iluminación.
«Hermanas Mater Dei, aquí están algunas de sus hermanas mayores: misioneras catequistas de Boroa, franciscanas del Sagrado Corazón de Jesús, pero también las hermanas clarisas Capuchinas, que oran por nosotros en la clausura, y también las maestras de la Santa Cruz y las dominicas misioneras de la Sagrada Familia», mientras Monseñor Francisco Javier Stegmeier S., destacaba la diversidad y unidad de la Iglesia Católica durante la celebración.
«Y esta asamblea así lo manifiesta. Estamos representados por todas las razas, lenguas, pueblos y naciones aquí en este templo. Hay diversidad de carismas y ministerios entre nosotros. En esta comunidad, encontramos niños, jóvenes, adultos y ancianos. Hay hermanos argentinos y también chilenos. Somos Iglesia Católica, y Cristo nos une a todos en una sola familia».
La apertura de este nuevo Convento no solo representa un lugar de encuentro y oración para las religiosas de la Congregación de Hermanas Mater Dei, sino también spara toda la comunidad.
En este día de jubilosa celebración y profunda reflexión, la comunidad de Lican Ray eleva sus corazones en acción de gracias y alabanza, reconociendo en el Convento Reina de Los Ángeles un testimonio vivo del amor de Dios. Que su presencia sea un bálsamo de paz y consuelo para todos los que buscan nutrir su alma y fortalecer su vínculo con Jesucristo nuestro Señor.
Entrevista con la Hermana María Paz Maranguello, de la Congregación de Hermanas Mater Dei:
¿Cuál es el carisma propio de la congregación?
La Congregación Hermana Mater Dei, originada en la Diócesis de San Luis, Argentina, es un Instituto Religioso de Derecho Diocesano que busca la santificación de sus miembros a través de la consagración a Dios. Nuestro fin es la caridad de la verdad, participando así en la misión de revelar la Verdad encarnada en Cristo.
¿Qué trabajo apostólico realizan en la Diócesis?
Nuestro apostolado principal es nuestra vida consagrada, pero también trabajamos pastoralmente en el Liceo Cardenal Caro y en diversas actividades apostólicas en parroquias como San José Patriarca de la Esperanza y Santos Ángeles Custodios de Buin. Además, colaboramos en el Diplomado de Catequesis Diocesano y en el DUOC Sede San Bernardo.
¿Cómo ven la vida consagrada hoy y su importancia en el mundo actual?
La vida religiosa es esencial para la Iglesia y es especialmente necesaria en el mundo secularizado en el que vivimos. Nuestro Instituto promueve una dimensión contemplativa que anima toda nuestra acción apostólica. Creemos que la vida religiosa puede despertar un optimismo sobrenatural que nos impulsa a vivir el Evangelio contracorriente.
¿Qué requisitos necesita una joven con inquietudes vocacionales?
Invitamos a las jóvenes con inquietudes vocacionales a rezar en nuestros conventos, compartir en la Liturgia de las Horas, la Adoración al Santísimo y la Santa Misa. En nuestras comunidades, cada joven puede discernir si el Señor la llama a esta vocación y carisma, y luego dialogamos juntas para descubrir la voluntad de Dios.