(Kath/InfoCatólica) La oración diaria, diversas formas de sacrificio y renuncia, como el ayuno de pan y agua o una ducha fría, así como también conversar con una persona mayor solitaria o un indigente, son solo algunas de las prácticas que los jóvenes católicos practican durante la Cuaresma.
Esta tendencia inesperada es confirmada unánimemente por varios párrocos contactados por un periodista de Le Figaro, informó «Vatican News», mencionando al padre Thibaut de Rincquesen, un ex capellán académico en la Sorbona. Rincquesen señala que esto es expresión del nuevo interés de los jóvenes por la fe, no solo de aquellos que provienen de un entorno católico.
Aumentan las solicitudes de bautismo de adultos
Este año, en París, hay un 25 % más de solicitudes para el bautismo de adultos que el año pasado. En otras diócesis es similar, dice el sacerdote, quien actualmente es capellán juvenil en la parroquia de Saint-Germain-des-Prés. Añade que la joven generación teme más el colapso cultural en Francia que la guerra o la crisis económica. No tienen miedo al extremismo, sino que simplemente necesitan una identidad. Y una de las formas es redescubrir el cristianismo, dice el sacerdote francés, añadiendo que esto también trae consigo un nuevo interés en la Cuaresma. En su parroquia, varios cientos de jóvenes han firmado la tarjeta de sacrificio de Cuaresma. El sacerdote activó un programa de ayuno basado en el método estadounidense Exodus: «los jóvenes firman una lista con sus propósitos. Esta cosa especial atrae hoy a los jóvenes. Ven que la austeridad bien entendida les devuelve su libertad. Muchos no son conscientes de lo tristes que están los jóvenes hoy en día porque no pueden liberarse de dos adicciones: la pornografía y el alcohol. Ya saben que eso no los hace felices», dice el padre de Rincquesen.
Esta tendencia también es confirmada por el padre Thierry Anne, jesuita y director de una casa de ejercicios espirituales en París. Observa que muchos católicos intentan vivir la Cuaresma de manera más intensa y toman medidas correspondientes. Según él, este tendencia hacia la austeridad y el sacrificio, como renunciar a la televisión o al uso de Internet, ha estado desarrollándose sistemáticamente desde hace tiempo.