(Ecclesia/InfoCatólica) En la presentación de esta Semana el director del ITVR, Antonio Bellella, ha afirmado que «la vida consagrada no puede presumir alegremente de ser una escuela de comunión y una parábola de fraternidad sin pararse a considerar lo que tales categorías implican y sin comprometerse a darles un nuevo contenido». A partir de esa consideración, ha añadido, « no podemos seguir hablando de comunión y fraternidad pensando que son bienes adquiridos aunque sean tareas pendientes y por eso necesitamos pararnos a considerar lo que esto implica y la necesidad de repensar y actualizar lo que nos exigen en el momento actual de la sociedad y de la iglesia».
«La temperatura de la comunión eclesial no está, por desgracia, en sus grados más altos» según el director del ITVR, y «aunque no es motivo de división, si genera cierta tensión y una especie de desánimo», lo que hace necesaria «una mayor comunión en la diversidad».
Para Antonio Bellella «es urgente intensificar la comunión interna buscando el modo como estas expresa hoy en la diversidad creciente de nuestros espacios asi como estimular la fraternidad y aplicar a nuestros entornos la amistad social a todos los niveles y no hay que renunciar a buscar cauces adaptados a nuestra nueva realidad para posibilitar la transformación del mundo de la Iglesia y de nuestras propias instituciones».
En la apertura de esta Semana Nacional para los Institutos de Vida Consagrada estará el subsecretario del Sínodo de los obispos, el obispo agustino madrileño Luis Marín de San Martín para presentar los retos del sínodo para la vida consagrada. Entre los ponentes estarán la profesora de la Universidad Complutense, Silvia Martínez Caro; Estrella Rodríguez, de la Fraternidad Misionera Verbum Dei; la hermana Ana Isabel Vicente, carmelita del convento de Toro y el carmelita Mariano Sedano, profesor del Centro Teológico de San Petersburgo.