(GaudiumPress/InfoCatólica) El pasado viernes 1 de marzo, un grupo de personas que se encontraba rezando por el fin del aborto a unos 30 metros del edificio de la International Planned Parenthood Federation (IPPF), específicamente en la zona de Plamengarten, fueron agredidas y hostigadas mediante amenazas e insultos por parte de atacantes «del entorno de la extrema izquierda», según informó el director de 40 días por la Vida Internacional, Tomislav Cunovic.
El grupo de atacantes colocó frente a ellos scooters eléctricos, restos de madera, desechos y cubos de basura. Además, escribieron en el suelo la frase «My body My choice» (Mi cuerpo, mi elección).
La manifestación que realizaba el grupo de cristianos al rezar en dicha ubicación estaba de acuerdo a la ley, sin embargo, «aunque este acuerdo respeta igualmente los derechos de reunión de los participantes y la privacidad de las mujeres embarazadas que visitan el centro, y lo hace de manera proporcional y legal, como lo requieren los tribunales, ni el lobby del aborto (Pro Familia o IPPF) ni sus élites políticas simpatizantes están dispuestos a aceptar esta solución constitucional ni la realidad lega», mencionó el líder provida.
«A pesar de las amenazas de violencia física, los orantes se negaron a dispersarse. Algunos asaltantes encapuchados se acercaron a los orantes y les gritaron en la cara, hostigándolos, burlándose de ellos, insultándolos, provocándolos e intimidándolos con un comportamiento agresivo», continuó explicando Cunovic.
Cunovic relata que a uno de los agresores ya lo conocían de otras ocasiones puesto que, el año pasado, «les había mostrado las nalgas durante una vigilia en el mismo lugar en el otoño de 2023, en presencia de varias mujeres y un niño».
Ausencia de actividad por parte de las fuerzas policiales
Una vez llamaron a la policía, esta apareció después de 20 minutos y, «en lugar de aclarar la situación y tomar medidas contra los sospechosos (…) reprendió a las víctimas y les pidió que retiraran las barricadas».
Al mismo tiempo, «a los sospechosos que permanecían en las inmediaciones se les permitió continuar con su actuación y con aparatos de música a todo volumen, como si nada hubiera pasado», informa Cunovic. «»Aunque había sospechas fundadas de coerción, amenazas, incitación al odio, insultos, daños a la propiedad, robo, obstrucción y perturbación de una asamblea no prohibida, y aunque varios testigos presentes poseían grabaciones en video de lo sucedido, los agentes se negaron a presentar una denuncia penal y tomarles los datos a los sospechosos que aún estaban cerca».
En el actual período de Cuaresma, se han llevado a cabo protestas no solo en Frankfurt, sino también en Múnich y Stuttgart, frente a instalaciones de interrupción del embarazo, así como en Pforzheim, Stuttgart, Passau y Frankfurt del Meno, frente a las sedes de IPPF.