(Arch. Toledo/InfoCatólica) Este insigne Lignum Crucis (así se llaman en latín las reliquias de astillas de madera de la cruz donde Jesús murió) se convierte así en el mayor tesoro de esta Villa de Camuñas para riqueza espiritual de los fieles y agradecida memoria de los antepasados que desde hace al menos 5 siglos fundaron una hermandad de la Vera Cruz para adorar la cruz del Señor esperando que algún día llegara a Camuñas.
Los vecinos se prepararon para este momento con una serie de conferencias, actos y oraciones y juntaron el dinero necesario para costear entre todos un relicario que se convierte en una pieza de orfebrería única por su tamaño y belleza. La multitudinaria recepción contó con el arzobispo de Toledo, el párroco de dicha localidad, don Óscar Torres Manzanares, el arcipreste de Toledo, el vicario episcopal para el clero de Toledo y un total de 14 sacerdotes de otros pueblos de la comarca. Se hicieron presentes las autoridades, hermandades del pueblo y 9 hermandades invitadas de otros municipios.
Se recibió la reliquia portada por el arzobispo en la entrada de Camuñas y se procesionó hasta la iglesia parroquial construida por Juan de Villanueva donde se celebró la Santa Misa presidida por el Sr. Arzobispo. Acabada la Eucaristía procesionaron de nuevo hasta la primitiva ermita de la Vera Cruz construida en el siglo XV.
El presidente de la hermandad de la Santa y Vera Cruz de Camuñas, don Javier Plaza Escribano, ha definido este día como «el más grande e importante de la historia de la devoción a la Cruz en Camuñas» y el párroco ve en este día el principio de una creciente espiritualidad en el pueblo fundamentada en la Pasión de Cristo y la Cruz, «esto es solo el principio de un bien muy grande para el pueblo y toda la comarca».
A partir de esta cuaresma y ya para siempre se podrá visitar Camuñas para ver de cerca el precioso relicario y venerar con un beso el Lignum Crucis en la Misa de 7 de la tarde en la ermita todos los viernes.