(CNAd/InfoCatólica) En una carta pastoral publicada el viernes, el arzobispo de Hamburgo explica su convicción de que no estamos pasando por «un tiempo con algunos cambios, sino por un cambio fundamental en el tiempo». En primer lugar, dice, «se trata de percibir y luego aceptar la situación actual nuestra, de los cristianos, sin adornos», lo que «incluye también aceptar las tensiones y polarizaciones en la Iglesia y soportarlas juntos».
Mons. Heße pregunta:
«¿Tomamos conciencia de lo que está vivo en nuestras comunidades, pero también de lo que ya está muerto? ¿Nos enfrentamos a esta realidad?»
Siguiendo la «carta del Papa Francisco al pueblo peregrino de Dios en Alemania de 2019», el arzobispo afirma que la evangelización consiste en «poner a Jesucristo y su Buena Nueva en el centro: escuchar el Evangelio una y otra vez, leerlo regularmente, dejar que actúe en nosotros, [...] en la misa o personalmente en el silencio, el Santo Padre nos invita a reflexionar sobre la Palabra de Dios, a orar, a experimentarla en nuestra propia vida y a testimoniarla en el camino del seguimiento». Y exhorta:
«Mi propia situación de vida [...] debe ser tocada de esta manera por el Evangelio. Todos los cristianos son portadores de un gran tesoro que Jesús comparte con ellos. La evangelización significa, en un siguiente paso, llevar toda la realidad a un tierno contacto con este Evangelio».
«Además de la evangelización, el papa Francisco habla una y otra vez de la sinodalidad», continua monseñor Heße. «Como Iglesia, estamos en camino juntos. Como individuos, pertenecemos a algo más grande. Cada comunidad pertenece a la diócesis, una diócesis a la Iglesia mundial. Como individuos, nunca podríamos lograr lo que logramos juntos en la Iglesia».
«Es 'natural' que bajo el título de sinodalidad también haya 'tensiones' que 'sentimos incluso en las comunidades'», admite el arzobispo. Y concluye:
«Podemos confiar en la acción creativa del Espíritu Santo, que puede crear unidad en la diversidad. Como en cualquier relación exitosa, es importante darse espacio y centrarse en las similitudes. El aprecio significa caminar juntos y no ir cada uno por su lado».