(InfoCatólica) Mientras tienen lugar importantes protestas de agricultores en toda la Unión Europea, la COMECE ha hecho público un comunicado solidarizándose con los agricultores y haciendo un llamamiento a los responsables políticos para que sitúen a la persona humana en el centro de las consideraciones políticas sobre agricultura.
Los obispos aseguran compartir las preocupaciones de las gentes del campo y recuerdan que el sector agrícola es esencial para la sociedad.
Igualmente señalan la disminución de ingresos de los agricultores, la excesiva regulación del sector por parte de la UE y el peligro de la competencia exterior que cuenta con la ventaja de menores costes de producción y ausencia de las exigencias sanitarias que sí están presentes en Europa.
Comunicado de la COMECE
«Un futuro sostenible de nuestro sistema alimentario y un futuro seguro y próspero para los agricultores pueden coexistir»
En estos días nos enfrentamos a importantes protestas agrarias en toda la Unión Europea. Aunque algunas de las protestas actuales han sido desencadenadas por recortes previstos en subsidios o exenciones fiscales, el descontento en el sector agrícola con las políticas que abordan el cambio climático y las crisis ambientales ha estado creciendo durante un tiempo, como en los Países Bajos en 2022-2023.
Como COMECE, sentimos la necesidad de participar en el debate público que se está gestando en este momento delicado. Aunque apoyamos firmemente el objetivo de un futuro sostenible para todos en la Unión Europea, compartimos las preocupaciones de los agricultores por la sostenibilidad de las explotaciones agrícolas pequeñas y medianas y el futuro de nuestras zonas rurales.
El sector agrícola juega un papel esencial al proporcionarnos alimentos asequibles y de alta calidad, dando vida a nuestras áreas rurales y gestionando nuestros paisajes.
Al mismo tiempo, las estadísticas muestran una disminución continua en el número de explotaciones agrícolas pequeñas y medianas, junto con el riesgo de un envejecimiento de la población agrícola.
Hoy en día, los agricultores enfrentan ingresos comparativamente bajos y largas horas de trabajo, competencia en el mercado (incluyendo importaciones no pertenecientes a la UE), altos costos de energía e inflación, creciente incertidumbre debido a patrones climáticos cambiantes, pero también lo que se percibe como una sobrerregulación y una afluencia de nuevas políticas con consecuencias financieras concretas.
Muchos de los agricultores que salen a la calle hoy sienten amenazada su propia existencia. Es bien sabido que, para los agricultores, la agricultura es más que simplemente un trabajo, está en el corazón de su identidad.
Creemos que un futuro sostenible para nuestro sistema alimentario y un futuro seguro y próspero para los agricultores pueden coexistir, no se excluyen mutuamente. Deben encontrarse soluciones que garanticen ambos y superen las divisiones partidistas: esto solo será posible si los agricultores se colocan en el centro de estas consideraciones.
Solo a través de la escucha y un diálogo honesto de persona a persona podremos tener una mejor comprensión de la realidad de los agricultores en la Unión Europea, un mayor reconocimiento por su arduo trabajo, una comprensión de sus preocupaciones y, lo más importante, una apreciación por aquellos que nos alimentan.
En este sentido, acogemos con satisfacción que el Diálogo Estratégico entre la UE y los principales actores de toda la cadena agroalimentaria se haya lanzado formalmente el 25 de enero de 2024, según anunció la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en el discurso sobre el Estado de la Unión 2023.
Esperamos que este formato de diálogo o similares continúen y marquen el comienzo de una nueva forma de hacer política en Europa.
Instamos a los responsables políticos a colocar a la persona humana en el centro de sus consideraciones políticas, asegurando una mayor transparencia en los procesos de toma de decisiones, teniendo en cuenta las posibles consecuencias para quienes se ven afectados por ello y permitiendo una mayor participación de todos los actores relevantes.