(RipostCatholique/InfoCatólica) El obispo explica su encuentro con agricultores que se estaban manifestando en la entrada de una autopista:
«Ayer saludé a varios agricultores de Bigourdans a la entrada de la A64 en Tarbes Detrás de la amabilidad del encuentro y del intercambio de opiniones, había angustia: Simplemente quiero poder vivir normalmente de mi trabajo, yo y mi familia...».
El prelado constata que lo que ocurre en su diócesis está ocurriendo en otras partes de Europa, con la gente del campo manifestándose y protestando contra una situación que amenaza la supervivencia del sector:
«Nuestra diócesis es tierra agrícola. Es una tierra de contrastes: en su geografía, en sus realidades económicas y sociales. Del norte al sur del departamento, nuestros agricultores tienen en común las mismas preocupaciones, preocupaciones que se manifiestan hoy en día en toda Francia y en toda Europa: aumento de los costes, normas cada vez más restrictivas, enfermedades recurrentes que afectan a sus animales, problemas de irrigación, disminución constante de los ingresos...»
Mons. Micas recalca que la Política Agracia Común de la Unión Europea está fallando ostensiblemente:
«Los agricultores que conocemos son personas responsables, sensibles a las cuestiones climáticas y medioambientales. Se sienten muy afectados por su vida cotidiana, que se ha vuelto muy injusta y difícil. Están enfadados por la PAC y los conflictos de intereses que implican a otras partes que no son ellos mismos».
Y es por ello que muestra su apoyo a los agricultores y pide comprensión a los fieles ante las posibles molestias causadas por sus manifestaciones:
«Me gustaría aprovechar esta oportunidad para expresar mi pleno apoyo a los agricultores de la diócesis, y a todos aquellos que, como parte de Mission rurale 65, mostramos nuestra compasión, nuestra solidaridad y nuestro compromiso al lado de los que sufren. Invito a los fieles de la diócesis a hacerlo de manera sincera y decidida, tratando de comprender lo que lleva a los agricultores a expresarse como lo hacen, a conocer la realidad de su vida cotidiana, a apoyar su trabajo permitiendo que sea remunerado con justicia. Vayamos a su encuentro, en sus casas, o en el recinto ferial de Tarbes, que acogerá una nueva edición del Salón de la Agricultura del 7 al 10 de marzo...»
Por último pide a las parroquias y los religiosos de la diócesis que recen el próximo fin de semana por la situación:
Durante las misas del próximo domingo (27 y 28 de enero), invito a todas las comunidades parroquiales y religiosas a rezar especialmente por los que viven esta crisis, y por los que tienen que gestionarla encontrando cuanto antes las soluciones adecuadas. Para ello, se propone la misma intención de oración universal».
Confío esta crisis a la misericordia de Dios y a la intercesión de Nuestra Señora de Lourdes.