(InfoCatólica) Los obispos franceses han emitido un comunicado para aclarar la Declaración Fiducia Supplicans, sobre bendiciones que no son bendiciones a parejas que no son parejas. La confusión sigue en aumento, no solo han sido los países africanos donde ser cristiano puede significar la muerte, países que tienen el mayor porcentaje de católicos que van a misa, o los del Este de Europa, o algunos obispos en sus diócesis.
La necesidad de aclaración y posicionamiento en distintos grados va extendiéndose, para, como mínimo, deshacer la ambigüedad. Una ambigüedad que ya no es posible decir que no existe y que los hechos muestran que la nota posterior intentando aclarar, no aclara nada.
El comunicado del 10 de enero del consejo permanente del episcopado, anima a bendecir a los homosexuales que lo soliciten, pero no a las parejas.
Formalmente se espera que las Iglesias católicas en el continente africano, varias de las cuales se opusieron a la Declaración, hablen con una sola voz dentro de unos días para confirmar esta postura. Muy pronto, la Conferencia Episcopal de Estados Unidos anunció que bendeciría a las personas, sin mencionar la noción de pareja contenida en Fiducia Supplicans, una forma discreta de expresar sus dudas. En Europa, los episcopados húngaro y polaco también se han opuesto. También los ucranianos.
En Francia, Mons. Marc Aillet, obispo de Bayona, Lescar y Oloron, fue el primero en decir no a la bendición de parejas homosexuales el 29 de diciembre, afirmando al mismo tiempo su apertura a la acogida de homosexuales. Le siguieron inmediatamente, el 1 de enero, los nueve obispos de la provincia eclesiástica de Bretaña y Países del Loira, presididos por Mons. Pierre d'Ornellas, arzobispo de Rennes, que también firmaron una declaración diciendo sí a la bendición de los homosexuales, pero no a la de las parejas. También el Arzobispo emérito de París se manifestó al respecto.
Declaración
La declaración del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Fiducia Supplicans, fechada el 18 de diciembre de 2023, ha tenido un cierto impacto en la opinión pública, en particular por los temas delicados que aborda: el acompañamiento en la Iglesia de las personas homosexuales que viven en pareja, por una parte, y de los divorciados comprometidos en la vida conyugal, por otra.
El Consejo Permanente ve en esta declaración un estímulo para que los pastores bendigan generosamente a las personas que acuden a ellos pidiendo humildemente la ayuda de Dios. De este modo, les acompañan en su camino de fe para que descubran la llamada de Dios en sus propias vidas y respondan a ella concretamente.
La Fiducia Supplicans recuerda la doctrina de la Iglesia católica que, de acuerdo con «los designios de Dios inscritos en la creación y plenamente revelados por Cristo Señor» (n. 11), entiende el matrimonio como «una unión exclusiva, estable e indisoluble entre un hombre y una mujer, abierta naturalmente a la generación de los hijos» (n. 4). Esto es lo que recibimos del propio Jesús sobre el matrimonio y su indisolubilidad (cf. Mt 19, 3-9).
También recibimos de Jesucristo la llamada a una acogida incondicional y misericordiosa, ya que Jesús «no vino a llamar a justos, sino a pecadores» (Mc 2, 17), que somos todos. Fiducia Supplicans recuerda que quienes no están en condiciones de comprometerse con el sacramento del matrimonio no están excluidos del amor de Dios ni de su Iglesia. Les anima en su deseo de acercarse a Dios para beneficiarse del consuelo de su presencia e implorar la gracia de conformar su vida al Evangelio.
Es sobre todo a través de las oraciones de bendición, pronunciadas de forma espontánea y «no ritualizada» (n. 36), sin ningún signo que pueda asimilarse a la celebración del matrimonio, como los ministros de la Iglesia podrán manifestar esta acogida amplia e incondicional.
Mons. Éric de Moulins-Beaufort, Presidente de la Conferencia Episcopal Francesa
Mons. Dominique Blanchet, obispo de Créteil, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Francesa
Mons. Vincent Jordy, Arzobispo de Tours, Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Francesa
S. Cardenal Jean-Marc Aveline, Arzobispo de Marsella
Mons. Laurent Ulrich, Arzobispo de París
Mons. Dominique Lebrun, arzobispo de Ruán
Mons. Sylvain Bataille, obispo de Saint-Étienne
Mons. Pierre-Antoine Bozo, obispo de Limoges
Mons. Alexandre Joly, obispo de Troyes
Mons. Matthieu Rougé, obispo de Nanterre