(InfoCatólica) El escándalo sobre el libro del Cardenal «Tucho» Fernández, Prefecto del Dicasterio de Doctrina de la Fe (DDF) no cesa.
Mons. Fernández se intenta distanciar de la «La Pasión Mística. Espiritualidad y sensualidad»,mezcla del bajo nivel teológico que después se ha visto en los documentos publicados y de las obsesiones del cardenal. Como ya se preveía ayer, las justificaciones del cardenal iban a ir por los mismos derroteros que con su otro (y esperemos que último al menos moralmente) libro escandaloso: «Sáname con tu boca. El arte de besar». Entonces, en julio, decía:
Pues bien, conversando y conversando se nos ocurrió destacar que el sexo no es todo, que si uno lo pospone puede desarrollar muchas otras formas de expresión del amor y crecer en ese amor. Entonces, como ejemplo de una de esas expresiones de afecto que puede haber sin necesidad de llegar al sexo, estaba el beso. Así, junto con ellos hicimos una encuesta a otros jóvenes, buscamos poemas y fuimos armando esta catequesis. No era un manual de Teología, era un intento pastoral del cual no me arrepentiré nunca. Por supuesto que hoy no escribiría algo así, ya tengo 60 años y empiezo a prepararme para la vida eterna. De hecho, poco después pedí a la editorial que no lo reimprimieran. ¿No le parece de mala leche tomar ese librito, usar frases sueltas de ese opúsculo pastoral juvenil para juzgarme como teólogo?
En declaraciones a Crux e InfoVaticana incide en la misma retórica de 'pecado de juventud' (tenía 36 años y 12 de sacerdocio, ¿joven?):
«Ciertamente ahora no escribiría»
«Tuvo su sentido en un momento de diálogo con matrimonios jóvenes que querían comprender mejor el sentido espiritual de sus relaciones, pero al poco tiempo pensé que podía ser malinterpretado»
Y dice que para evitar precisamente eso decidió dar de baja ese libro. Insiste en que «no creo que sea una buena cosa que ahora se le dé difusión» y termina recalcando que no ha autorizado su difusión «y es contrario a mi voluntad» que se propague ahora este libro.
Con este «argumento» el Prefecto de la DDF intenta también justificar los motivos por los que no incluyó el libro en su CV de la web del Vaticano.
El contenido del libro y que el Cardenal lo justifique como mejor comprensión del «sentido espiritual de las relaciones» matrimoniales lo vuelve todavía más perturbador. Como en el caso de Fiducia Supplicans, la explicación es casi peor.
Víctimas colaterales: los palmeros
Con los precedentes es poco probable una explicación satisfactoria o alguna actuación que ofrezca luz o tranquilidad a los fieles.
También otros casos recientes como el del entonces jesuita Rupnik, y las acusaciones de orgías y comportamientos aberrantes justificados con fines espirituales y que no fueron investigados porque también «están prescritos» y no había menores.
En cualquier caso las declaraciones de Mons. Fernández desmontan las justificaciones que han intentado varios sacerdotes en las Redes Sociales. Primero negando la existencia del libro y luego, para intentar justificarlo, promoviéndolo, a pesar de que el mismo Cardenal, ahora, no solo lo desaconseja, dice que es «contrario a su voluntad» su propagación.
