(LifeSiteNews/InfoCatólica) Otro delincuente violento está siendo alojado en una cárcel de mujeres tras reivindicar su condición de «transgénero», esta vez un doble asesino.
Reduxx, un sitio web de noticias dedicado a una perspectiva «verdaderamente pro-mujer, pro-protección de la infancia», informa que «Susan Monica», que fue condenada a una pena mínima de 50 años en 2015 por asesinar a dos obreros y alimentar con sus cuerpos a los cerdos de «su» granja de Oregón, figura actualmente en la lista del Departamento Correccional de Oregón como encarcelada en la prisión de mujeres Coffee Creek Correctional Facility, a pesar de ser en realidad un hombre nacido con el nombre de Steven Buchanan. En el registro figura su sexo como «femenino» junto a la clara fotografía de un hombre calvo de 75 años sin rasgos femeninos perceptibles.
«No valoro mucho la vida humana», declaró Buchanan durante su eventual confesión. «Mi sensación es que lo único malo del planeta es que hay gente en él. Si no fuera por nosotros, todos los demás animales, incluso los pájaros dodo, estarían aquí». Además, dijo a los detectives que había matado a otras 17 personas no identificadas ni corroboradas. La cobertura informativa de la época está repleta de referencias a Buchanan con pronombres femeninos.
«Como Reduxx informó anteriormente, un hombre detenido por el brutal asesinato de su exnovia había sido trasladado brevemente al correccional de mujeres de Coffee Creek, pero fue rápidamente trasladado de nuevo al recinto masculino apenas unas semanas después por razones desconocidas», añade el informe.
La aceptación social de la «identidad transgénero» plantea una serie de dificultades para la administración de justicia penal, dado que las prisiones están segregadas por sexos.
En los últimos años, ha crecido la preocupación en todo el mundo por la reclusión de hombres que afirman ser mujeres en prisiones femeninas, lo que ha demostrado ser un medio tanto de asegurarse un trato menos duro durante el encarcelamiento como de acceder fácilmente a mujeres a las que acosar.
La condición de transgénero también puede aprovecharse para evitar el encarcelamiento en algunos casos, como se vio en Gales en octubre, cuando un hombre que se identificaba como mujer recibió una sentencia suspendida que lo mantenía fuera de prisión a pesar de haber agredido físicamente a dos parejas con pocos días de diferencia, alegando que sería «vulnerable» entre rejas.
En mayo, el periodista de investigación conservador James O'Keefe publicó una entrevista con la Dra. Linda Noelle, psicóloga de la Oficina Federal de Prisiones de Estados Unidos, quien afirmó que tanto los presos como las presas «juegan la carta de la víctima» para obtener cirugías de «reasignación» de género a costa de los contribuyentes. «Y luego acuden a la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), de extrema izquierda, y ésta demanda al Departamento de Justicia» cuando se rechazan inicialmente las peticiones de procedimientos de transición subvencionados, explicó Noelle a O'Keefe. «Y el DOJ, desgraciadamente, bajo Merrick Garland, se da la vuelta. No pasa por los tribunales, así que simplemente pagan a la gente».
En California, el verano pasado, el asesino triple masculino David «Dana Rivers» Wakefield comenzó a cumplir su sentencia de cadena perpetua en una prisión de mujeres. Desde 2021, el estado permite alojar a varones confundidos de género con reclusas, lo que, según advierten los críticos, pone en grave peligro a las reclusas reales.