(InfoCatólica) El arzobispo mayor de Kiev-Galitzia y toda la Rus y Primado de la Iglesia Grecocatólica de Ucrania, Mons. Sviatoslav Shevchuk , publicó el viernes 22 de diciembre un comunicado para manifestar que en su jurisdicción la Declaración «Fiducia supplicans» no se aplicará por razones tanto de fondo como de forma.
La Iglesia Grecolatina ucraniana, es una iglesia de rito oriental con unos seis millones de fieles, que, al ser más numerosos en Ucrania, se suelen identificar como «los católicos ucranianos». Pero los católicos ucranianos de rito latino habían sido de los primeros en poner de manifiesto algo más que ambigüedades:
Así, el documento trata por igual la situación de las parejas hombre-mujer sacramentalmente desestructuradas y la de las parejas del mismo sexo. Ambas situaciones se encuentran en estado de pecado grave, pero parecen tratarse por separado.
Vemos el peligro en una redacción ambigua que provoca interpretaciones divergentes entre los fieles. Lo que echamos en falta en el documento es que el Evangelio llama a los pecadores a la conversión, y sin una llamada a dejar la vida pecaminosa de las parejas homosexuales, la bendición puede parecer una aprobación.
El comunicado de Shevchuk es especialmente relevante por dos motivos. Primero por el fondo: Al igual que la Iglesia en otros lugares del mundo donde se valora el trato con el Señor, una bendición es algo importante y más si es impartida por un sacerdote. No existen las bendiciones «low cost» o «devaluadas» como la que parece contener la declaración «Fiducia supplicans». Y mucho menos para «bendecir» parejas, que lo son precisamente porque la relación que hace que sean pareja es un pecado. Cosa bien distinta es que la Iglesia siempre ha estado maternalmente presta a impartir la bendición a una persona pecadora que se la pide; pues, como Jesús, la Iglesia bendice siempre al pecador pero nunca al pecado.
Según las tradiciones del rito bizantino, el concepto de «bendición» significa aprobación, permiso o incluso una orden para un tipo específico de acción, oración y prácticas ascéticas, incluyendo ciertos tipos de ayuno y oración. Ciertamente, la bendición de un sacerdote tiene siempre una dimensión evangelizadora y catequética y, por tanto, no puede contradecir en modo alguno la enseñanza de la Iglesia Católica sobre la familia como unión fiel, indisoluble y fecunda de amor entre un hombre y una mujer, que Nuestro Señor Jesucristo elevó a la dignidad del Santo Sacramento del Matrimonio. El discernimiento pastoral nos urge a evitar gestos, afirmaciones y conceptos ambiguos que distorsionen o tergiversen la palabra de Dios y las enseñanzas de la Iglesia, ha dicho monseñor Shevchuk.
Y por otro lado, dada la forma, que se ha calificado de «prepotente», con la que ha sido emanada esta Declaración, tal como se ha conocido, tan mal pensada incluso pastoralmente, el Arzobispo Mayor de la Iglesia Grecocatólica de Ucrania ha señalado que esas bendiciones no van con ellos.
Los católicos de rito oriental tienen su propio código, y cuando se establece alguna normativa que se les aplica hay que citarlos explícitamente si no se trata de un tema de fe o moral. En este caso, como la propia «argumentación» de la Declaración enuncia, es pastoral.
Así que, basándose en el canon 1492 del Derecho canónico de las Iglesias orientales,monseñor Shevchuk afirma que «esta Declaración se aplica exclusivamente a la Iglesia Latina y no tiene fuerza legal para los fieles de la Iglesia Grecocatólica de Ucrania», y tal como está redactada tampoco se aplica a ninguna otra de las Iglesias católicas de rito oriental.
Comunicado sobre la recepción en la UGCC (Iglesia greco-católica ucraniana) de la Declaración del Dicasterio de la Doctrina de la Fe «Fiducia Supplicans» sobre el sentido pastoral de las bendiciones
En respuesta a los numerosos llamamientos de obispos, clérigos, monjes, movimientos eclesiales y laicos individuales de la Iglesia greco-católica ucraniana en relación con la Declaración del Dicasterio de la Doctrina de la Fe «Fiducia Supplicans» (18 de diciembre de 2023) sobre el significado pastoral de las bendiciones, tras consultar con los expertos pertinentes y las instituciones competentes, deseo informarles de lo siguiente:
1. La Declaración antes mencionada interpreta el significado pastoral de las bendiciones en la Iglesia latina, no en las Iglesias católicas orientales. No aborda cuestiones de fe o de moral católica, no hace referencia a ningún precepto del Código de Cánones para las Iglesias Orientales (CCEO), ni se refiere a los cristianos orientales. Así pues, sobre la base del can. 1492 del CCEO, esta Declaración se aplica únicamente a la Iglesia latina y no tiene fuerza legal para los fieles de la Iglesia greco-católica ucraniana.
2. La Iglesia greco-católica ucraniana es una de las Iglesias católicas orientales. Por lo tanto, tiene su propio patrimonio litúrgico, teológico, canónico y espiritual, que todos los fieles están obligados a observar y apreciar (CCEO, cánones 39-41). El significado de «bendición» en la UGCC y en la Iglesia latina es diferente.
3. Según la tradición litúrgica de nuestra Iglesia, la bendición de un sacerdote u obispo es un gesto litúrgico que no puede separarse del resto del contenido de los ritos litúrgicos y reducirse a las circunstancias y necesidades de la piedad privada (Catecismo de la UGCC «Cristo es nuestra Pascua», par. 505-509).
4. Según las tradiciones del rito bizantino, el concepto de «bendición» significa aprobación, permiso o incluso una orden para un tipo específico de acción, oración y prácticas ascéticas, incluyendo ciertos tipos de ayuno y oración. Ciertamente, la bendición de un sacerdote tiene siempre una dimensión evangelizadora y catequética y, por tanto, no puede contradecir en modo alguno la enseñanza de la Iglesia Católica sobre la familia como unión fiel, indisoluble y fecunda de amor entre un hombre y una mujer, que Nuestro Señor Jesucristo elevó a la dignidad del Santo Sacramento del Matrimonio. El discernimiento pastoral nos urge a evitar gestos, afirmaciones y conceptos ambiguos que distorsionen o tergiversen la palabra de Dios y las enseñanzas de la Iglesia.
¡La bendición del Señor sea con vosotros!