(Agencias/InfoCatólica) «Alguien dice: 'Es terrorismo, es guerra'. Sí, es guerra, es terrorismo. Por eso la Escritura dice que «Dios pone fin a las guerras... Rompe los arcos y quiebra las lanzas» (cf. Sal 46,9). Roguemos al Señor por la paz.»
Tras el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco volvió a hacer un llamamiento por lo que está ocurriendo en Tierra Santa, tras el ataque israelí a la parroquia latina de la Sagrada Familia en la ciudad de Gaza que se cobró la vida de dos mujeres, madre e hija: Naheda y Samar.
También destruyeron los generadores eléctricos y las placas solares del centro de ayuda a personas con discapacidad de las religiosas de la Madre Teresa, quienes escaparon con 54 niños y adultos precisamente a la parroquia.
Dolor por la muerte de civiles
El Pontífice sigue con cercanía el trágico desarrollo del conflicto en Oriente Medio: «Sigo recibiendo noticias muy graves y dolorosas de Gaza -dijo-.
Civiles indefensos están siendo bombardeados y tiroteados. Y esto ha ocurrido incluso dentro del recinto parroquial de la Sagrada Familia, donde no hay terroristas, sino familias, niños, enfermos y discapacitados, monjas. Una madre y su hija, la Sra. Nahida Khalil Anton y su hija Samar Kamal Anton, fueron asesinadas y otras personas heridas por francotiradores cuando iban al baño... La casa de las Hermanas de la Madre Teresa resultó dañada, su generador fue destruido. Alguien dice: 'Es terrorismo, es guerra'. Sí, es guerra, es terrorismo. Por eso dice la Escritura que «Dios pone fin a las guerras... rompe los arcos y quiebra las lanzas» (cf. Sal 46,9). Roguemos al Señor por la paz.