(Aica/InfoCatólica) El presbítero Luis Albóniga, actuando como administrador diocesano en Mar del Plata, se unió al intendente Guillermo Montenegro, así como a diversas autoridades y destacadas personalidades de la ciudad. Juntos participaron en la ceremonia anual de bendición de las aguas en la plaza de las Américas, marcando el inicio oficial de la temporada de verano.
La ceremonia contó con la participación de importantes figuras, incluyendo al presidente del ente municipal de Turismo y Cultura, Bernardo Martín, así como a los concejales Marina Sánchez Herrero, Agustín Neme, Marianela Romero y Angélica González. También estuvieron presentes Pablo Aráuz de Peralta Ramos, un familiar directo de los fundadores de Mar del Plata, y representantes de las fuerzas de seguridad, entre otros destacados asistentes.
En el momento de la invocación religiosa, el presbítero expresó: «Al contemplar este escenario del mar y nuestra ciudad lo primero que surge en nuestro corazón es la acción de gracias. Agradecerle a Dios porque lo que tenemos y disfrutamos cada día frente a nuestros ojos es un gran regalo y por eso la bendición es en primer lugar, no para pedir, sino para agradecer».
Asimismo, el padre Albóniga pidió «agradecer no solo la geografía, sino también agradecer por cada uno de los vecinos, las personas que vivimos acá, que trabajamos y las trabajan en el mar. También queremos pedir en esta bendición al Señor que nos ayude a asumir la responsabilidad que implica este regalo, porque tenemos que cuidarlo para que siga creciendo en su belleza».
Además, resaltó la importancia de «pedirle a Dios que proteja a todos aquellos que trabajan en el mar, a los que esperan mucho la temporada y a quienes van a venir a compartir con nosotros en el verano». Y finaliza: «Que este tiempo de descanso para algunos y de mucho trabajo para otros, sea también la oportunidad para descubrir no solo el regalo que Dios nos da, sino el regalo que es él mismo entre nosotros».
En el inicio de la ceremonia oficial, la Banda Sinfónica Municipal, bajo la dirección del maestro José María Ulla, interpretó las notas del Himno Nacional Argentino. Acto seguido, se llevó a cabo un momento de reflexión en honor a todas aquellas personas que perdieron la vida en el mar, con un especial recuerdo para los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan.
Posteriormente, la Banda Sinfónica ofreció una actuación acompañada por la solista vocal Paula San Martín, mientras que la Guardia Nacional del Mar presentó tres piezas coreográficas para los asistentes.
Al concluir, Montenegro expresó su gratitud hacia las autoridades, las fuerzas federales y provinciales, la banda y los residentes de General Pueyrredón por su «esfuerzo que vienen haciendo todo este tiempo, que también se hace día a día para tener esta ciudad que cuando uno se detiene un minuto y la ve y dice qué maravilla, en qué lugar vivimos. Y esto me parece que, como bien decía el padre Luis (Albóniga), es para agradecer todos los días».
