(CatholicHerald/InfoCatólica) En un informe reciente, la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) ha señalado que el secuestro de sacerdotes y miembros religiosos está experimentando un aumento preocupante en el transcurso de 2023. La organización expresa su pesar al destacar que esta práctica se ha transformado en un negocio rentable para los delincuentes.
Según el informe divulgado el 13 de noviembre, se proporcionan detalles que indican que, a pesar de que la mayoría de las personas afectadas son liberadas, lamentablemente, algunos encuentran la muerte, generando un continuo temor entre la comunidad católica.
Hasta el 13 de noviembre de 2023, la ACN registró un total de 23 casos de secuestro involucrando a sacerdotes, religiosos y seminaristas. Esta cifra muestra una ligera disminución en comparación con el informe de diciembre de 2022, que documentó 28 secuestros de agentes pastorales a lo largo de ese año. Entre los secuestrados, lamentablemente, uno perdió la vida, mientras que los otros 22 fueron liberados. Destaca el caso del novicio benedictino Godwin Eze, quien fue secuestrado de su monasterio el 17 de octubre y posteriormente asesinado a tiros.
En el transcurso de este año, se han registrado dos asesinatos de sacerdotes y un seminarista en distintos contextos. El inicio de 2023 estuvo marcado por un secuestro en la Diócesis de Ekiti. Además, en la Diócesis de Minna, al norte del país, el sacerdote Isaac Achi fue trágicamente quemado vivo cuando unos criminales incendiaron la casa parroquial donde residía. En este mismo incidente, el Padre Collins, quien lo acompañaba, resultó herido de bala al intentar escapar, pero logró sobrevivir.
Después de experimentar tres meses de relativa tranquilidad desde abril, prácticamente cada mes ha sido testigo de al menos un nuevo caso de secuestro. El incidente más reciente ocurrió en noviembre con el secuestro del Padre Andrew Anana, quien afortunadamente fue liberado en menos de 24 horas. Cabe destacar que el Padre Anana ya había sido víctima de un secuestro en 2019.
El 7 de septiembre se convirtió en un día lúgubre para la comunidad cristiana en Nigeria, con el secuestro de un seminarista y el trágico asesinato de otro. Ezekiel Nuhu fue capturado ese día junto a su padre y liberado casi dos meses después. Por desgracia, el seminarista Na’aman Danlami, de 27 años, perdió la vida en un ataque a la rectoría de la parroquia donde desempeñaba su labor como ayudante. Aunque los sacerdotes lograron escapar, Danlami encontró la muerte cuando los agresores incendiaron la casa parroquial.
De acuerdo con el informe de ACN, el año 2023 ha sido testigo del asesinato de cuatro religiosos y sacerdotes, igualando la cifra registrada en el año anterior.
