(GaudiumPress/InfoCatólica) En Albania, la Conferencia Episcopal está pidiendo al gobierno la promulgación una nueva ley «que prevea el delito de apología del comunismo», leyes similares ya existen en otros países europeos.
Monseñor Angelo Massafra, Arzobispo metropolitano de Shkodra, presidente de la conferencia episcopal emitió una carta dirigida a la presidenta del Parlamento Lindita Nikolla, al Presidente de la República Bajram Begaj y al Primer Ministro Edi Rama, informa Vatican News, donde también solicita que se garantice que se «escriba la verdad del comunismo en Albania» en los libros de historia del país; que las cárceles y lugares de tortura «se conserven como Museos»; que haya una recompensa «para los perseguidos políticos y los supervivientes de las prisiones» y la promulgación de decretos que «definan reglas claras sobre las condecoraciones, los títulos de honor y las medallas, con el fin de evitar la evaluación y la exaltación de los funcionarios de los órganos de la dictadura comunista».
Esta carta surge de la Asamblea Ordinaria de Obispos de Albania donde se tocaron temas como el bienestar social del país, la resolución de conflictos determinados por la historia y al preocupación de las evidentes y «recurrentes regurgitaciones de neocomunismo y formas de exaltación de la antigua dictadura comunista que ofenden y provocan fricciones». En la carta se resalta que en el país
«algunas cadenas de televisión siguen proyectando películas producidas por la dictadura que, de hecho, mantienen vivo el comunismo e inoculan poco a poco a las nuevas generaciones los principios del dictador; que los libros de historia no dicen la verdad sobre el comunismo en Albania, habiendo descubierto también que en los lugares turísticos se venden objetos de recuerdo del dictador y se ensalza al dictador».
En Albania, la Iglesia siempre ha estado «a favor del perdón, invierte toda su energía en la búsqueda sincera de la paz y recuerda que nuestros mártires perdonaron a quienes les acusaron injustamente, a quienes les torturaron y a quienes les habrían fusilado», por lo que denuncian los males de la política que recaen sobre el pueblo.