Integrantes de una Marcha del Orgullo Gay en Argentina profanan la celebración de una misa oficiada por monseñor Aguer

Esta es la "tolerancia" de los progresistas e izquierdosos.

Son completamente lamentables esos hechos: son la punta de lanza agresiva, punzante, de actitudes intolerantes. En este caso, perpetradas por diversos colectivos de "lgtb" (lesbianas, gays, homosexuales, transexuales).
Sin embargo, siempre que la Iglesia católica sufre -ocree sufrir-algún tipo de acto vandálico o de agresión intolerante por parte de colectivos homosexualistas, no estaría de más que las comunidades católicas así agredidas -y de paso la Iglesia "en su conjunto"- tratasen de reflexionar sobre qué causas históricas de discriminación hacia las personas con algún tipo de tendencia homosexual ha perpetrado, siglo tras siglo, la Iglesia católica, apostólica y romana.
Sin duda -al menos a mi juicio-, mucha gente no católica de hoy día (homosexuales, lesbianas, ateos, feministas, librepensadores, masones, agnósticos, protestantes...) lo que sigue creyendo es que secularamente la Iglesia católica, apostólica y romana, precisamente no se ha caracterizado por la tolerancia, ni con sus propios fieles más "díscolos" ni por supuesto con respecto a los "otros", a los no creyentes, a los "desviados".
La información histórica de que dispongo no la he contrastado suficientemente, pero aun así y todo, diré que incluso durante siglos en la Iglesia, por parte de jerarcas y clérigos y por parte del mismo pueblo creyente, la denuncia y la persecución con saña contra las personas de tendencia homosexual fue un hecho desgraciadamente frecuente. Y ello no es justo que se mande al baúl de los recuerdos, o del olvido.
Cierto que en la actualidad ya no es así al menos por lo que toca a la actitud de la Iglesia católica hacia las personas de tendencia homosexual, sólo que en un pasado no tan lejano (nacionalcatolicismo del general Franco, cuyo 34 aniversario de muerto se cumple hoy, por cierto), las personas homosexuales fueron vejadas, marginadas, oprimidas, castigadas (aplicación de la famosa ley contra vagos y maleantes,etcétera).

Monseñor Aguer es el abanderado de la defensa a la vida , al matrimonio y la familia en nuestro país. Que bajeza esta gente, por favor, esa es la igualdad de derechos? la libertad de culto? parecen animales desatados, peor que animales. Supongo que la reacción pública de Monseñor Aguer ha de ser para imitar, aún no la conozco, pero como católico se que debemos perdonar, no escandalizarnos por estas cosas, y querer a todos, aun nuestros enemigos, con entrañas de misericordia!

Los documentos oficiales de la Iglesia católica sobre homosexualidad, aunque no reconocen en modo alguno la legitimidad de la práctica homosexual(si bien reputados teólogos moralistas católicos, pienso ahora en el claretiano José Vico Peinado, plantean alguna excepción al respecto a la doctrina oficial de la Iglesia),entiendo que son muy respetuosos con la persona homosexual.
No obstante, no se me esconde que para no pocas personas con algún tipo de tendencia homosexual esos documentos de la Iglesia magisterial son insuficientemente aperturistas, es decir, escasa e insuficientemente reconocedores del hecho homosexual. Bien, de acuerdo; este, empero, no es el mejor lugar para exponer con detalles pros y contras acerca de esos documentos magisteriales, ni tampoco sobre la postura hacia ellos de no pocos colectivos de personas con algún tipo de tendencia homosexual; conformémonos con la principal idea de que, en efecto, son al menos respetuosos con esas personas.
Pero respetuosos -nunca se insistirá lo suficiente en esto-en modo alguno habrá de significar negativa a reconocer los propios pecados y errores pastorales, que en el caso de la Iglesia católica han sido muchos, a lo largo de su bimilenaria historia, contra las personas de tendencia homosexual.

Y también contra la mujer, a pesar de que el Evangelio es liberador de la mujer. Contra la mujer porque en exceso se ha insistido en su papel de madre, señora y dueña del hogar (lo cual está bien, es un valor, si no es lo "único y principal" de la vocación de la mujer, "ni modo de que lo sea", que dirían en Centroamérica), virtuosa, sumisa al varón, al marido (siguiendo en esto la exhortación de san Pablo en una de sus cartas).
Y contra los librepensadores, ateos, masones, protestantes, agnósticos, creyentes de otros credos, etcétera, pues a menudo la Iglesia católica, apostólica y romana no se ha comportado tanto como madre acogedora, dialogante y respetuosa con la verdad del otro, cuanto como pontificadora de un conjunto de verdades, reveladas y no reveladas, que ella ha creído poseer en exclusiva, y en detrimento de la verdad del otro, del diferente, del escéptico, del alejado...
Indudablemente, esa secular posición de la Iglesia (ICAR) como depositaria y garante de la verdad en detrimento de toda otra instancia o credo o ideología del tipo que sean, es una tremenda losa que pesa en la conciencia de innúmeras personas de nuestro mundo, que no en valde entienden que el laicismo, las libertades civiles propias de la democracia, en suma, la aconfesionalidad de los Estados modernos, es una oportunidad para sacudirse esa especie de yugo controlador de conciencias que la Iglesia ha perpetrado secularmente, sobre todo en épocas de cristiandad.

Sí, Cipriano sí. Lo que la Iglesia tiene que hacer es dejar de ser ella misma y convertirse en otra cosa. Está claro.

Pues va a ser que no.

"¿Lo que la Iglesia tiene que hacer es dejar de ser ella misma y convertirse en otra cosa?"
O sea, si no he entendido mal, que está muy bien que la Iglesia, precisamente para ser ese "ella misma", haya machacado, ideológica, espiritualmente y a veces incluso físicamente, a quien no piensa igual, cree igual, siente igual que ella.
Todo un magnífico ejemplo de tolerancia, respeto, apertura al diálogo... Por lo demás, para qué negarlo, características de muchos de los foristas de InfoCatolica.com, que no son nada integristas ni de derechas o de ultraderecha, qué va, eso serían no más que especulaciones, espejismos de un mal católico,de un hereje amigo de publicanos y pecadores, es decir -traslada la imagen evangélica a nuestros días-, de masones, librepensadores, hippies, feministas, budistas, progresistas, ateos...

No, es que usted ha hecho una ridiculización de lo que la Iglesia ha hecho en su historia. Ninguno de los extremos que señala existen hoy en su seno.

En realidad lo que usted pretende es que la Iglesia no acepte ser la única depositaria de la interpretación autorizada de la Revelación de Dios. Y eso no va a ocurrir.

En NOMBRE DE LA TOLERANCIA!!

¿Saben qué? Unos primos de mi mujer son gays. Y yo nunca les he dicho nada. De hecho, cuando he coincidido alguna vez con ellos me he mostrado "normal", quiero decir, NORMAL. Sin embargo, ya nunca quiero coincidir con ellos, porque, sin comérmelo ni bebérmelo, son ellos los que una vez, con esas sonrisillas picaronas que lucen, empezaron a meterse conmigo por ser católico, tachándome de retro y homófobo. Lo más chocante es ese discurso propagandista que tienen cortado por el mismo patrón, en el que se ofenden de que seas o de derechas, o religioso, o practicante o de que compres ciertos peiódicos u oigas ciertas emisoras... como si fuéramos nosotros los bichos raros y odiemos al género humano... ¿pues saben lo que les digo, orgullosos del arco iris?: QUE YA ESTOY HARTO, QUE AUNQUE LOS SOCIALISTAS NOS HAYAN METIDO EN LA SESERA QUE ES NORMAL, USTEDES NO SON LOS NORMALES, NO NO LOS SON EN ABSOLUTO. Los normales somos los que seguimos manteniendo las cosas como Dios y la Naturaleza las crearon.

Y perdonen el resto por mi peroración.

Vaya un respeto y luego pedirán respeto para ellos.

Todas mis oraciones y apoyo a Monseñor Aguer, el obispo mas valiente que tenemos los argentinos. Recemos tambien por estos pecadores desubicados, estan muy llenos de odio

me provoca profunda verguenza este hecho aberrante en el que solo salen perdiendo la ciudad, y uno de sus mas bellos edificios, y la propia comunidad gay.Para exigir respeto primero hay que respetar,solo la educacion sacará a este pais de la oscuridad de la ignorancia.como gay, esta gentuza ni me representa ni es conductora de mi opinion, solo me provocan tristeza y lastima