(GaudiumPress/InfoCatólica) En la madrugada del 14 al 15 de noviembre, la Basílica del Sagrado Corazón en la ciudad francesa de Rouen sufrió actos vandálicos y saqueos. A pesar de los daños y profanaciones en el altar y el coro, se logró preservar el Santísimo Sacramento.
Alrededor de las 10 de la mañana del día 15, el sacristán de la basílica fue el primero en percatarse de los daños. Al ingresar, se encontró con un completo desorden en el interior del templo, con una imagen destruida y objetos sagrados saqueados.
Los delincuentes trataron de forzar la puerta del sagrario, sin embargo, al no lograrlo, la arrojaron al suelo, provocando daños en los altares del presbiterio.
De acuerdo con una evaluación realizada por el alcalde de Rouen, Nicolas Mayer-Rossignol, los costos para reparar los daños se estiman en un millón de euros. La responsabilidad de cubrir estos gastos recae solo en la diócesis, quienes no cuentan con ningún tipo de apoyo financiero de una institución mayor, dado que la basílica no es propiedad de la República.
El jueves 16 de noviembre, el arzobispo Dominique Lebrun ofició una misa de reparación dentro de la basílica, seguida de dos horas de adoración al Santísimo Sacramento.
La congregación quedó impactada por la devastación dentro de la basílica y ha tomado medidas para garantizar la seguridad de la iglesia. Hasta que todas las cerraduras sean cambiadas y reforzadas, algunos fieles se turnarán para pernoctar dentro del templo.
Se ha presentado un informe policial para documentar la invasión y los actos delictivos, y las autoridades policiales están llevando a cabo una investigación exhaustiva del caso.