(InfoCatólica) Los obispos estadounidenses votaron abrumadoramente (sólo dos obispos votaron en contra) a favor de enviar una carta al Papa Francisco expresando su apoyo a la propuesta de los obispos ingleses y galeses sobre el gran cardenal converso del anglicanismo al catolicismo en el siglo XIX.
Mons. Robert Barron, obispo de Winona-Rochester (Minnesota) fue uno de los prelados que defendió con indudable fervor la propuesta antes de la votación:
«Si eso sucede, si Newman es nombrado doctor, deberíamos aprovecharlo realmente, estudiar profundamente sus escritos. Creo que podría ayudar a sanar algunas de las divisiones en nuestra Iglesia»
Otros obispos, incluido el arzobispo metropolitano Borys Gudziak de la Arqueparquía Católica Ucraniana de Filadelfia y el cardenal Seán O'Malley, arzobispo de Boston, también tomaron la palabra para expresar su apoyo.
Gran converso
San Juan Enrique Newman (Londres, 21 de febrero de 1801 - Birmingham, 11 de agosto de 1890), considerado por muchos como el padre del Concilio Vaticano II, es uno de los conversos más famosos de nuestro tiempo. Nacido en una familia anglicana, llegó a ser presbítero de su comunión eclesial, en la que lideró el sector fabvorable a acercar más el anglicanismo a la Tradición, en contraposición a las tesis liberales y las protestantes evangélicas.
Finalmente, sus estudios de los textos patrísticos y el convencimiento de que la comunión anglicana se había apartado de la única Iglesia de Cristo, le llevaron a la conversión al catolicismo en 1845. Tiempo después, una calumnia contra él surgida desde medios anglicanos le llevó a defenderse escribiendo una obra, Apologia pro vita sua, que se ha convertido en el gran referente de la conversión al catolicismo desde el anglicansimo.
San Juan Enrique Newman es también conocido por su obra sobre el desarrolo del conocimiento del dogma (ndr: no confundir con el desarrollo del propio dogma) a lo largo de la historia.
Aunque se opuso a que se promulgara el dogma de la infalibilidad antes de la celebración del Concilio Vaticano I, dicha oposición desapareció cuando constató que el texto del dogma se limitaba a declaraciones ex cathedra.
El papa León XIII le creó cardenal y habló de él cariñosamente como «mi cardenal».
San Juan Enrique Newman fue especialmente querido por Benedicto XVI. Fue canonizado por el papa Francisco el 13 de octubre del 2019.