(Mariaeinspunktnull/InfoCatólica) La sesión constitutiva del consejo sinodal continúa lo que comenzó con el camino sinodal y, según su lógica interna, debe llegar a resultados. Estos pueden parecer «democráticos», pero en esencia, la dirección ya está establecida.
La iniciativa María 1.0 señala que el comité sinodal es un órgano ilegítimo (Roma ha prohibido expresamente el consejo sinodal, para cuya preparación sirve el comité sinodal), donde funcionarios seleccionados y obispos más o menos convencidos intentan implementar las mismas seudo reformas una y otra vez. Mientras algunos obispos están completamente comprometidos con el curso sinodal alemán, otros parecen ver esta empresa como un acto de complacencia y disfrazan en realidad su falta de voluntad de reforma como un apoyo suave.
Cuando un órgano reflexiona sobre la Iglesia católica, su estructura y las aparentemente necesarias modernizaciones, la pregunta fundamental es sobre la naturaleza de la Iglesia y su propósito. En última instancia, se trata de la pregunta sobre el objetivo del ser humano, según Clara Steinbrecher, directora de la iniciativa María 1.0. Estas preguntas deben tener prioridad sobre todas las demás, solo entonces es posible dar respuestas reales a las crisis de nuestro tiempo, continúa Steinbrecher.
Para María 1.0, está claro: lo que el camino sinodal ha «entregado» hasta ahora y lo que ahora se busca consolidar omite precisamente esas preguntas y se mantiene atrapado en círculos centrados en SÍ MISMO. La pregunta principal ya no es: «¿Qué quiere Dios para nosotros, los humanos?», ni tampoco: «¿Cómo encuentra el ser humano la salvación eterna?», o: «¿Qué puedo hacer para alcanzar esta salvación eterna?» En lugar de una búsqueda seria y sincera del camino católico, surge la perversión del «YO SIENTO - YO PIENSO - YO OPINO». La Palabra de Dios, Sus mandamientos vinculantes en la Sagrada Escritura y la auténtica interpretación de la Iglesia universal ya no se escuchan. Más bien, el propio pensamiento se eleva a la norma normans non normata. Tal pensamiento se posiciona en contra del magisterio eclesiástico establecido por Cristo y, por lo tanto, contra la palabra del Señor, siempre que no se ajuste a las propias ideas o convicciones reformistas.
Jesús, Su enseñanza y la verdad que ha sido explorada cada vez más concretamente a lo largo de los siglos en el Espíritu Santo, apenas juegan un papel en los campos sinodales alemanes, según describe la dirección de María 1.0. Se hacen declaraciones frecuentes de unidad con Roma. Por supuesto, se avanza junto con el Papa y la Iglesia universal. Pero una mirada a los textos del camino sinodal revela una realidad muy diferente, según las mujeres de María 1.0. La verdadera naturaleza de este proyecto, su antropología distorsionada y su eclesiología «renovada» y, por lo tanto, destruida, se manifiestan de manera muy clara aquí.
Como María 1.0, apelamos a los obispos para que cumplan con su misión:
«[Un obispo] no actúa en su propio nombre, sino que es el apoderado de otro, Jesucristo y Su Iglesia. No es un gerente, un jefe por gracia propia, sino el representante del otro, por el que intercede. Por lo tanto, no puede cambiar arbitrariamente sus opiniones, abogar en un momento por esto y en otro por aquello, según lo que parezca conveniente. Tampoco está aquí para difundir sus ideas privadas, sino que es un enviado que tiene un mensaje que transmitir, que es más grande que él.» (Joseph Ratzinger, Sermón en su ordenación episcopal, 28.05.1977)
Como iniciativa laica católica que se ha propuesto comunicar el conocimiento de la fe y presentar claramente las convicciones católicas, nos importa recordar el núcleo de la fe: mediante la obra redentora de Jesucristo, hemos vuelto a tener acceso a Dios y no estamos irremediablemente perdidos. Solo a través de la sangre de nuestro Redentor, que pagó el precio por nuestra culpa, podemos obtener la vida y alcanzar el objetivo de nuestra existencia. Por lo tanto, no podemos quedarnos en silencio mientras tengamos aliento para hablar. Los seres humanos están llamados a usar su libertad correctamente al decir «Sí» al llamado de Dios, «Sí» a Su amor incondicional. Llegará el día del juicio. En Su regreso, Cristo llamará a todos los seres humanos, buenos y malos, vivos y muertos, ante Su presencia. Los muertos se levantarán de sus tumbas cuando oigan la voz de Aquel que tiene el poder de dar y quitar la vida. Luego, Cristo juzgará a todos los seres humanos. Mi pequeño gran ego será entonces insignificante. Lo que YO pensé, lo que YO consideré correcto, será irrelevante. Solo una cosa cuenta: ¿Cómo me he relacionado con Aquel que fundamentó el derecho? Los que han seguido Su gracia pueden estar con Él para siempre; aquellos que cerraron sus corazones a Su gracia serán rechazados eternamente según su voluntad. Después del juicio, Cristo quitará todo poder al diablo, desterrará la muerte del mundo y llenará todo con Su gloria. Entonces, Cristo habrá completado la obra de redención que comenzó en la tierra.
Nosotros, como María 1.0, instamos a cada católico, sí, a cada persona, a conocer a este Cristo, a conocer Su enseñanza, a conocer la fe que Él estableció. La fe que se transmite hasta hoy en la Iglesia católica, que no es obra humana, sino la Iglesia de Cristo. La fe en la que se realiza la verdadera adoración a Dios.
Aunque el «comité sinodal» apenas comienza hoy, teológicamente ya ha llegado a su fin si la verdad de Dios se cambia por la verdad de lo sentido, resume Clara Steinbrecher, directora de la iniciativa María 1.0.
María 1.0
María 1.0 es una iniciativa de católicos, especialmente de mujeres jóvenes, que viven la fe universal de la Iglesia en diversas espiritualidades. La iniciativa se ve a sí misma como la voz de todos aquellos católicos que profesan la belleza y la verdad de la fe católica tal como la formula el magisterio de la Iglesia y busca dar a conocer esta fe de manera mediática.
