(InfoCatólica) Farrow explicó así lo sucedido ayer:
Estoy encantada de haber recibido una notificación del CPS a través de la policía de Surrey de que, tras mi arresto en octubre de 2022 y luego nuevamente en abril de 2023, no seré procesada ni por comunicaciones maliciosas ni por acoso.
I'm delighted to have received notification from the CPS via Surrey Police that following my arrest in October 2022 and then again in April 2023, I will not be prosecuted for either malicious communications or harassment.
— Caroline Farrow (@CF_Farrow) October 24, 2023
The CPS consider that the evidential test has not been…
Aunque al mismo tiempo indicó que todavía puede ser encausada por una cuestión menor:
Sin embargo, todavía me están demandando por "uso indebido de información privada" y soy muy consciente de que el demandante inevitablemente ejercerá su derecho a revisar la decisión del CPS, por lo que no diré más en este momento.
I am however still being sued for "misuse of private information" and I am very well aware that the complainant will inevitably exercise their right to review the CPS decision so I will say no more, at this stage.
— Caroline Farrow (@CF_Farrow) October 24, 2023
Las autoridades policiales contactaron en marzo del 2019 con Caroline Farrow después de una aparición suya en Good Morning Britain, en la que paricipó en un debate con la activista transgénero, Susie Green, que tiene una hija trans. Después de dicho debate, Farrow se dirigió supuestamente a la hija de Green, Jackie, usando el pronombre masculino.
En una serie de tweets, Farrow dijo que la policía le había dicho que «debía ser sometida a un interrogatorio por confundir el sexo de la hija de Green». Ella alegó:
«Le he dicho a la policía que soy una periodista/comentarista católica y que es mi creencia religiosa que una persona no puede cambiar de género. Que estamos en medio de un debate nacional sobre lo que significa ser hombre y lo que significa ser mujer».
Farrow, que recibió todo tipo de amenazas de fundamentalistas pro-transexualidad, declaró entonces:
«No he hecho nada malo, nada ilegal e iré gustosamente a la cárcel por defender mi derecho a decir que la gente no puede cambiar de sexo»