(InfoCatólica) El texto firmado por ambos partidos indica «culminará la resignificación de Cuelgamuros, avanzando en el reconocimiento del exilio republicano y de los lugares de memoria».
El Valle de los Caídos, renombrado como Valle de Cuelgamuros por la ley de Memoria histórica, será según el acuerdo «un lugar de memoria democrática cuya resignificación irá destinada a dar a conocer las circunstancias de su construcción, el periodo histórico en el que se inserta y su significado, con el fin de fortalecer los valores constitucionales y democráticos».
Además, y esta es la cuestión más polémica del acuerdo, se declararña extinguida la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos «por resultar incompatibles sus fines con los principios y valores constitucionales».
El pacto entre PSOE y Sumar solo entrará en vigor si Pedro Sánchez consigue los votos para su investidura de los partidos nacionalistas, secesionistas golpistas y, en el caso de Bildu, proetarra.
No será fácil, dijo el Prior
El Prior del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, indicó en enero que ellos están allí por un convenido firmado por dos partes. Este convenio, según recordó el prior, fue firmado entre la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos y la abadía de Silos, a la cual subroga la personalidad jurídica la abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, desde el momento que nace. «Es decir, tendría que hacerse un nuevo convenio con nosotros. Aunque esto lo asuma Patrimonio del Estado y ya no Patrimonio Nacional, el convenio lo tienen que asumir. Solo cabe negociar un nuevo convenio», subrayó el prior.
Además, señaló que, al ser la abadía de derecho pontificio -nace en 1958 por un decreto del Papa Pío XII-, un Estado no podría romper el convenio unilateralmente, sino que «haría falta la aprobación escrita y firmada desde la Santa Sede».
Además añadió que tienen «una serie de derechos» y que el cumplimiento de esos derechos «los va a heredar la institución que suceda a la Fundación de la Santa Cruz». «Eso hace que jurídicamente no sea una cuestión fácil la de expulsarnos. Y mediáticamente sería desastroso. Esa imagen internacionalmente hundiría a un gobierno», ha valorado.