(LifeSiteNews/InfoCatólica) Clérigos que representan a 171 congregaciones religiosas en el estado de Buckeye han firmado una carta conjunta instando a los habitantes de Ohio a votar en contra de una próxima iniciativa electoral para consagrar un «derecho» al aborto ilimitado en la Constitución de Ohio, recordando a los fieles la advertencia de la Biblia de que «Maldito sea el que tome la recompensa de matar a un inocente».
Redactada por el capítulo de Ohio de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) y respaldada por el brazo de defensa de los Médicos de Ohio por los Derechos Reproductivos (OPRR) Protect Choice Ohio (PCO), la propuesta de Enmienda del Derecho a la Libertad Reproductiva con Protecciones para la Salud y la Seguridad postula un «derecho» a tomar decisiones «reproductivas personales», incluyendo, entre otras, las decisiones sobre anticoncepción, tratamiento de la fertilidad, continuación del propio embarazo, atención de abortos espontáneos y aborto, que el Estado «no podrá, directa o indirectamente, gravar, penalizar, prohibir, interferir o discriminar».
A principios de este mes, el fiscal general de Ohio, David Yost, hizo público un análisis jurídico en el que determinaba que la enmienda, que está previsto que se vote el 7 de noviembre, iría mucho más allá del statu quo de Roe v. Wade que los activistas intentan restaurar, y bloquearía las prohibiciones de los abortos por parto parcial y desmembramiento, permitiría a los abortistas atacar a bebés discapacitados y pondría fin a los requisitos de consentimiento paterno para el aborto, así como a las decisiones sobre anticoncepción, esterilización y «transición» de género de las menores.
La declaración conjunta de los líderes religiosos de Ohio advierte de que el lenguaje de la enmienda es «engañosamente vago y perjudicial para los derechos básicos, inalienables y otorgados por DIOS a padres e hijos» e «impondrá un cheque en blanco para que se cometan abusos contra los niños de Ohio», reiterando muchos de los detalles anteriores.
«Desgraciadamente, una enmienda constitucional aprobada es mucho más difícil de revertir que las leyes, que pueden modificarse en cada sesión legislativa», señalan. «Si se aprueba esta perversa Cuestión 1, la Legislatura de Ohio no podrá modificar ni regular este lenguaje. Además, este lenguaje diabólico no podrá ser impugnado en el Tribunal Supremo de Ohio, ya que el Tribunal está obligado por ley a acatar la Constitución del Estado aprobada por los votantes del estado».
«En Mateo 18, la Biblia dice vigorosamente: 'Pero a quien ofenda así a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgaran al cuello una piedra de molino y que se ahogara en el fondo del mar'», añaden.
Front Lines Ohio informó que varios de los firmantes se reunieron el miércoles fuera de Richland Pregnancy Services para una conferencia de prensa anunciando la declaración y haciendo sonar la alarma.
«Los votantes tienen que ver el lenguaje de la Cuestión 1 y votar NO», dijo el pastor Dave Rentzel. «El diablo realmente está en los detalles».
El 6 de octubre, se calcula que entre 5.000 y 6.000 habitantes de Ohio acudieron a la capital del estado para la Marcha por la Vida de Ohio, muchos de ellos blandiendo pancartas que pedían específicamente el rechazo de la Emisión 1.
La campaña de concienciación pública Protect Women Ohio también está llevando a cabo una campaña publicitaria de 5 millones de dólares en todo el estado con la esperanza de concienciar sobre las ramificaciones de la enmienda para los jóvenes confundidos de género. La portavoz de PWO, Amy Natoce, ha señalado que la verdadera naturaleza de la medida «es tan impopular que [la ACLU] ni siquiera pudo contar con el apoyo de las bases para recoger firmas», y en su lugar «pagó a recolectores de firmas de fuera del estado para que mintieran a los habitantes de Ohio» al respecto.
La arquidiócesis de Cincinnati ha ordenado a cada una de sus parroquias que reproduzcan para los feligreses una homilía del arzobispo Dennis Schnurr, instando a todos los católicos de Ohio a votar en contra de la enmienda, que calificó de «clara amenaza para la vida y la dignidad humanas».
