(Fides/InfoCatólica) La Iglesia fue confiada a los laicos que la administraron hasta la llegada de la Sociedad de las Misiones Africanas (SMA). Ellos dieron su lugar al clero local cuando en 1962 fue consagrado el primer Arzobispo del Togo.
“Los Padres Verbitas así como la SMA dejaron a la Iglesia una serie de devociones sólidas y dignas de alabanza”, dice el Director Nacional de las POM. “Entre estas la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, celebrado en la mayor parte de las parroquias, por lo menos del sur, el primer viernes de cada mes. Enteras aldeas se dirigen a la parroquia principal para la confesión del jueves por la noche, en vista a la Eucaristía en honor del Sagrado Corazón. Esta devoción está profundamente enraizada en la tradición de nuestra Iglesia”.
“Otra devoción que perdura es el Santo Rosario durante el mes de octubre”, afirma don Penoukou. “Los católicos –y también algunos fieles de las iglesias evangélicas- toman literalmente por asalto las iglesias. Durante la semana se recita el rosario frente al Santísimo Sacramento y las letanías a la Virgen. Sábado y Domingo se recita el rosario mientras las letanías son cantadas”.
“La tercera devoción, que se está haciendo más seguida, es la exposición del Santísimo Sacramento, cada jueves del año. Además en algunas parroquias se ha vuelto una práctica habitual la exposición permanente del Santísimo Sacramento en una capilla antigua. Vienen todos a rezar: niños, jóvenes, adultos y ancianos. En la capital, Lomé, se encuentra una comunidad de religiosas en adoración perpetua, las Hijas de S. Jansen”.
“Que el Señor bendiga a todos aquellos que mantienen la flama de la misión en su corazón mediante una auténtica vida devocional. La misión necesita mucho de personas y de comunidades que recen y obren”, concluye don Penoukou.