(AVAN/InfoCatólica) Los reclusos le hicieron muchas preguntas, principalmente sobre la Biblia, el sentido de las imágenes religiosas y la realidad de la Iglesia hoy. Le explicaron igualmente las inquietudes que tienen dentro de la cárcel. Incluso, uno de ellos le mostró su interés de que se pudieran dar más cursos de formación cristiana dentro de la prisión, algo que apoyaron muchos otros.
Durante su visita, el Arzobispo estuvo acompañado por Ramón Cánovas, director de la prisión y varios capellanes del centro penitenciario y voluntarios, entre ellos el director del departamento de pastoral penitenciaria de la Conferencia Episcopal, el religioso mercedario José Sesma, que ejerce además como capellán voluntario en Picassent.
En el módulo de Madres, monseñor Osoro rezó y cantó con las internas que se encuentran con sus hijos. Las madres le trasladaron su preocupación porque los niños, a partir de los tres años, ya no pueden estar con ellas. A este respecto, el prelado les aseguró que va a hacer “todo lo posible” para que, en colaboración con el centro penitenciario, las instituciones de la Iglesia puedan acoger a los niños. “ Buscaré siempre un sitio cerca de mí para vuestros hijos”, asegurómonseñor Osoro.
Ante las madres, el arzobispo de Valencia destacó la figura de Teresa de Calcuta por su defensa de la vida y ha ensalzado el “valor” de las reclusas “que acogen la Vida dentro de la prisión”.
Además, monseñor Carlos Osoro visitó el Centro de Inserción Social (CIS), que está junto al establecimiento penitenciario. Allí saludó a su director, Santiago Leganés, y a varios presos. Una joven embarazada le ha pidió que bendijera al niño que esperaba y otro joven, que le bendijera el rosario.
El prelado almorzó en el propio centro penitenciario con los capellanes y voluntarios que colaboran en la atención a los reclusos. Por la tarde, visitó a los internos de la comunidad terapéutica intrapenitenciaria que la fundación canónica Arzobispo Miguel Roca-Proyecto Hombre Valencia mantiene en la prisión. Después, presidió una celebración religiosa en en el salón de actos de la unidad de Cumplimiento, ante cerca de un centenar de presos.