(CNA/InfoCatólica) Se espera que un sacerdote católico famoso por rescatar a niños sin hogar y empobrecidos en las calles de Omaha, Nebraska, sea pronto declarado Venerable por el Vaticano, lo que le situaría en la senda de la canonización.
El padre Edward J. Flanagan, fallecido en 1948, fue un sacerdote de origen irlandés cuya vida de santidad ha sido narrada en un reciente documental, llamado «Heart of a Servant - the Father Flanagan Story».
En una entrevista posterior al estreno de la película el 26 de julio en Sligo, Irlanda, el obispo Kevin Doran de Elphin, dijo a CNA que hay una buena razón para esperar que Flanagan sea pronto declarado Venerable por el Vaticano.
En un intercambio de correos electrónicos el 5 de septiembre, dijo a CNA: «El padre Flanagan es reconocido como Siervo de Dios desde que su caso fue enviado a Roma en 2015. Tras el examen del caso por las diversas comisiones involucradas con el Dicasterio para las Causas de los Santos, hay motivos para esperar que pronto sea declarado Venerable».
Reflexionando sobre la vida del heroico sacerdote católico, Doran dijo a CNA que Flanagan «rescató a niños de la indigencia y la pobreza en Omaha y les proporcionó un lugar al que podían llamar hogar».
Doran explicó cómo a los niños no sólo se les proporcionaron «todas las habilidades prácticas y académicas para la vida diaria, sino que también se les formó en la fe y la vida cristiana».
Y continuó: «El padre Flanagan es un santo, no sólo porque hizo estas cosas, sino porque estaba motivado para hacerlo por una profunda relación personal con Dios».
«Inspirado por el mismo espíritu de respeto a los demás como hijos de Dios, se opuso al racismo y al sectarismo, incluso corriendo un gran riesgo personal. También tendió la mano a los refugiados y, especialmente, a los niños desplazados por la guerra. En verdad, 'entregó su vida' a imitación del Buen Pastor».
Cuando se le preguntó con qué rapidez pensaba que avanzaría el caso de Flanagan, Doran dijo que estas cosas eran difíciles de predecir. Continuó: «Un milagro autentificado es uno de los requisitos para la beatificación. Se considera una prueba de que el Espíritu de Dios actúa realmente en la vida de la persona propuesta para la beatificación. Soy consciente de que se han considerado y se están considerando varios posibles milagros, pero los criterios son muy específicos; en general, en relación con la curación para la que no hay explicación médica o científica. Esto puede llevar tiempo. Está en manos de Dios».
Cuando se le preguntó de qué causas podría convertirse Flanagan en patrón si finalmente fuera canonizado, Doran dijo que, en su opinión, había varias.
«El padre Flanagan podría ser un santo patrón bajo muchos epígrafes», escribió. «Seminaristas: por el valor y la fe que demostró al superar los obstáculos que encontró en el camino hacia el sacerdocio; niños vulnerables: por el enorme respeto y amor que sentía por los niños; ecumenismo: por su compromiso de acoger a cualquier niño que acudiera a él, independientemente de su confesión religiosa; emigrantes: por su ayuda a los emigrantes japoneses internados en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial; niños desplazados por la guerra: por su ayuda a los niños de Japón, Filipinas y Alemania después de la Segunda Guerra Mundial».
Flanagan nació en el condado de Galway en 1886 y se trasladó a Estados Unidos en 1904. Su paso por el seminario quedó en suspenso debido a su mala salud, pero acabó ordenándose en 1912.
Flanagan emigró a Estados Unidos en 1904. Debido a su mala salud, se vio obligado a posponer dos veces sus estudios en el seminario antes de ser ordenado sacerdote en 1912.
Gracias a su increíble ministerio con los jóvenes de Nebraska, en 1947 fue invitado por el general Douglas MacArthur, que dirigía la ocupación aliada de Japón, a revisar las condiciones de bienestar infantil en Japón y Corea. También fue invitado a hacer lo mismo en Austria y Alemania al año siguiente.
Durante su estancia en Alemania, Flanigan sufrió un infarto y falleció el 15 de mayo de 1948. Su cuerpo descansa en la Capilla Dowd Memorial de la Inmaculada Concepción en Boys Town, Nebraska.
