(Catholic Herald/InfoCatólica) Una joven de 19 años del Reino Unido que padecía una enfermedad rara falleció en medio de una batalla legal para anular una decisión que afirmaba que no estaba capacitada para tomar decisiones sobre su tratamiento médico. A pesar de su deseo de recibir un tratamiento experimental en el extranjero, se encontró con obstáculos legales. La joven, que solo se identificó como "ST" debido a limitaciones legales, dijo: "Quiero morir intentando vivir". Debemos probar todo. Desafortunadamente, el 12 de septiembre, "ST" sufrió un fallo cardíaco. Su objetivo era viajar a Canadá para participar en ensayos médicos de terapia de nucleótidos.
No obstante, el 25 de agosto, un tribunal acordó con los médicos de un hospital del Servicio Nacional de Salud y estableció que la persona no podía tomar decisiones por sí sola. Después de su muerte, la familia de "ST" emitió una declaración que enfatizó su fe cristiana y su creencia en el valor sagrado de la vida. Criticaron el sistema médico y legal, diciendo que se les presentó una elección difícil: enfrentar desafíos legales o aceptar la preparación de su hija para la muerte.
Antes de su deterioro, "ST" era consciente y hablaba. Había tenido un buen rendimiento académico hasta que contrajo COVID-19 en 2022. Su enfermedad no afectó su capacidad cognitiva, a pesar de tener problemas de salud como pérdida de visión y audición, debilidad muscular y daño pulmonar y renal.
Según dos psiquiatras, "ST" tenía la capacidad mental para elegir su tratamiento. Sin embargo, los médicos que lo atendían insistieron en que estaba en la última etapa de su vida. La directora ejecutiva del Centro Legal Cristiano, Andrea Williams, destacó la valentía de "ST" y su lucha por la vida y la justicia, y la familia de "ST" ha pedido cambios urgentes en el sistema de salud.