(CNA/InfoCatólica) Bryce Newman es un joven católico californiano, que pasó de enfermo a libre de cáncer, de estudiante de bachillerato a fundador de una importante organización benéfica. Según explica él mismo a CNA, fue intensamente difícil.
Se le diagnosticó el cáncer por primera vez a los 15 años, en la cúspide de lo que parecía ser una próspera carrera en el béisbol a una edad temprana.
«Venía de una buena temporada», explica. «Me invitaron a jugar para el Team USA San Diego y hacemos un torneo anual al final del verano en varios países anfitriones. Esta vez fue Japón».
«Estábamos a una semana de nuestro viaje en avión a Japón y empecé a tener unos dolores de cabeza muy fuertes que me hicieron perderme un par de entrenamientos, cosa que nunca hacía», explicó.
Las exploraciones médicas revelaron posteriormente que Newman padecía un meduloblastoma, una forma agresiva y de rápido crecimiento de cáncer cerebral. Al mismo tiempo que recibía el diagnóstico, los médicos le informaron de que sería operado de urgencia en seis horas.
¿Su respuesta? «Cóseme. Tengo que coger un avión. Tengo que volver al equipo con mis compañeros».
Ni que decir tiene que Newman no volvió a los terrenos de juego. Su lucha contra el cáncer cerebral fue ardua, con múltiples operaciones y sesiones de quimioterapia y radioterapia, algunas de las cuales le obligaron a permanecer en silla de ruedas.
El milagro de Manchester
Ante el mal pronóstico, los médicos aconsejaron a Newman y a su familia que buscaran un tratamiento experimental en Florida.
«Nos aceptaron en ese ensayo», cuenta Newman. «Estábamos haciendo las maletas y alguien de nuestro instituto me llamó y me preguntó si quería quedar con algún amigo».
«Para ellos fue más una despedida final», señaló.
Al llegar al Cathedral Catholic High School de San Diego, Newman fue trasladado en silla de ruedas al estadio Manchester del colegio. Allí le esperaban todos los alumnos, profesores y personal del centro.
Como se ve en una fotografía ahora famosa, toda la asamblea rezó por Newman. Fue entonces cuando, según él mismo dijo, sintió un efecto divino recorriéndole por dentro. «Sentí una sensación de calor como cuando sacas la ropa de la secadora», dijo. «Era Dios sanándome».
Posteriormente, la familia viajó a Florida, donde Newman se sometió a escáneres antes del tratamiento experimental.
«Cuando los médicos de San Diego recibieron de vuelta los resultados del escáner de Florida, no había tumor», dijo. «Había desaparecido».
De la curación "milagrosa" surgen una fundación y una película
Tras la asombrosa curación de Newman, creó la Fundación Milagro en Manchester, que lleva el nombre de la sesión de oración escolar que, según él, dio lugar a la curación por parte de Dios de su tumor cerebral.
La fundación afirma que su misión es «conectar a todos los niños hospitalizados con sus amigos, su familia y su colegio, permitiéndoles sobrellevar la separación durante el tratamiento a largo plazo contra el cáncer». La iniciativa consiste en distribuir iPads a pacientes pediátricos con cáncer para proporcionarles entretenimiento y estimulación durante sus largas estancias en el hospital.
Newman dijo que la idea surgió después de pasar largas horas en las habitaciones de los hospitales durante sus tratamientos contra el cáncer.
«Yo era uno de los mayores del hospital en ese momento», dijo Newman. «Me di cuenta de que los canales de televisión estaban pensados para los pacientes más jóvenes. En realidad, no tenían ninguna forma de entretenimiento para los mayores».
«Los otros chicos con los que estaba, de los que me hice amigo, no tenían ninguna forma de entretenimiento», dijo. «Tuve la suerte de que me regalaran una especie de iPad desde mi primer año de instituto, donde debíamos tenerlos. Tuve un pequeño entretenimiento adicional que muchos otros niños no tenían».
En su sitio web, la fundación afirma que ya se ha asociado con varios hospitales para distribuir iPads en las salas de oncología pediátrica. Solicita donaciones de 450 dólares para facilitar estos esfuerzos.
Además, la fundación trabaja para «reclutar voluntarios locales que nos ayuden en nuestra misión de apoyar a los niños» sometidos a tratamientos contra el cáncer, lo que incluye ponerse en contacto con jóvenes pacientes y organizar visitas de famosos para ellos.
La inspiración de la historia ha llegado incluso a Hollywood, donde el año pasado se estrenó la película «Milagro en Manchester», protagonizada por Eddie McClintock y Dean Cain.
Richard Newman, el padre de Bryce, dice que la organización benéfica también ha hecho reír. Contó una historia en la que un niño enfermo de leucemia se había entretenido con la tableta de otra marca de su hermana cuando Bryce apareció con un iPad nuevo.
Al recibir la tableta, el niño preguntó sorprendido: «¿Todo esto es mío?».
«Claro que lo es, amiguito», respondió Bryce.
«¡Caray, caray, caray!», respondió el pequeño, «¡el mío es más grande que el de mi hermana!».
«Toda la sala se echó a reír», afirma Richard Newman.
A pesar de la ingente cantidad de trabajo que ha emprendido tras sobrevivir al cáncer, Newman ha adoptado una actitud humilde ante sus esfuerzos, y ha dicho a CNA que no se hace ilusiones sobre lo que es capaz de hacer.
«No voy a ser yo quien acabe con el cáncer», admitió. «Pero puedo ayudar a combatir el aburrimiento y el aislamiento que se sufre mientras se está en el hospital».
