(ACIPrensa/InfoCatólica) Durante una reciente conversación con el corresponsal de EWTN en el Vaticano, Colm Flynn, el Obispo Mons. Robert Barron, líder de la diócesis de Winona-Rochester en Estados Unidos y creador de Word on Fire, destacó los perjuicios pastorales que conlleva la dilución de la fe. Enfocándose en sus reflexiones sobre la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) celebrada en Lisboa a principios de este mes, la entrevista exploró las percepciones del prelado con relación a dicho evento.
«Esta no es sólo mi opinión -añade Mons. Barron-, lo puedes ver en las encuestas. Cuando le preguntas a la gente del mundo occidental por qué se retiran (de la Iglesia Católica), dicen a menudo que nunca recibieron respuestas a sus preguntas, que la religión parece tonta, que no se alinea con la ciencia, etcétera».
Mons. Barron considera que hemos «rebajado la fe en un intento de hacerla relevante y nos hemos socavado a nosotros mismos». Y afirma que «lo que la gente en realidad encuentra atractivo es un catolicismo vibrante, inteligente y bello». Estas Jornadas, dice, «nos sacan de esa mirada occidental a veces miope de la realidad».
Posteriormente, Flynn le preguntó si ha existido «complacencia» y falta de ardor apostólico por parte de los miembros de la Iglesia, refiriéndose a que en Irlanda, su país natal, desde hace mucho tiempo «alrededor del 90% de las personas asistían a las iglesias» y por ello muchos creían que no era necesario evangelizar, pues las personas ya asistían continuamente a misa.
El Obispo contesta: «La evangelización es la tarea de la Iglesia en todos los tiempos y en todas épocas. Ya sea que tengas una asistencia del 90% o del 20%, nuestro trabajo es evangelizar». Y agrega que, según lo que enseña el Papa Benedicto XVI, la Iglesia cuenta con tres funciones: «Adora a Dios, sirve a los pobres y evangeliza».
«Ya sea que seamos exitosos u odiados culturalmente, dentro o fuera de temporada, nosotros proclamamos a Jesucristo como el Señor».
Posteriormente, el corresponsal de EWTN en el Vaticano aborda las diversas preocupaciones y tensiones que los jóvenes han experimentado desde la última Jornada Mundial de la Juventud en Panamá en 2019, incluyendo situaciones como conflictos bélicos y la pandemia. En ese contexto, plantea cómo es probable que los peregrinos hayan evolucionado tras vivir esta experiencia en Portugal y cómo han sido impactados por los acontecimientos en el mundo desde entonces.
Mons. Barron subraya la complejidad que enfrentan los jóvenes en la actualidad, señalando que «es más difícil ser joven hoy en día». Además, resalta la creciente influencia negativa de las redes sociales, que a pesar de sus numerosos beneficios también conllevan riesgos significativos. El Obispo destaca que, debido a esta situación, han aumentado de manera alarmante los índices de ansiedad, depresión y tendencias suicidas entre los jóvenes. Enfatiza su deseo de que los jóvenes comprendan que las redes sociales constituyen una herramienta útil, pero no deben ser confundidas con la realidad tangible.
Asimismo, recuerda que el mundo real es el de «la adoración a Dios, el del servicio a los pobres y el de la comunión de los unos con los otros. Sobre eso se tratan estas Jornadas».
Y culmina la entrevista diciendo que «necesitamos a Cristo ahora más que nunca, y me gustaría que los jóvenes se fueran sintiendo que Él los ama, que camina con ellos y que quiere ser el Señor de sus vidas en un sentido liberador».
Cifras de la JMJ Lisboa 2023
El sitio web oficial de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) informa que en este año, Lisboa recibió a participantes provenientes de más de 200 países distintos. Entre las naciones con mayor representación de peregrinos inscritos se encuentran España, con un total de 77,224; Italia, con 59,469; Portugal, con 43,742; Francia, con 42,482; y Estados Unidos, con 19,196.
La vigilia y la Misa final celebradas los días 5 y 6 de agosto en el Parque del Tajo en Lisboa atrajeron a una multitud cercana al millón de personas. En esta edición de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), se contó con la presencia de 688 obispos, incluyendo a 30 Cardenales. Entre los países con mayor número de obispos representados destacan Italia, con 109; España, con 70; Francia, con 65; Estados Unidos, con 61; y Portugal, con 36.
Las delegaciones en conjunto registraron la participación de 1.753 peregrinos con discapacidades intelectuales o de movilidad durante la Jornada Mundial de la Juventud. Entre ellos, 135 tenían discapacidad auditiva y 241 discapacidad visual. Para asegurar su inclusión, se proporcionaron intérpretes de lengua de signos en Lisboa. Además, el evento contó con un notable apoyo de voluntarios, con más de 25 mil inscritos, siendo los países con mayor representación Portugal, España, Francia, Brasil y Colombia.
En sintonía con las directrices del Papa Francisco hacia una ecología integral, se llevó a cabo la plantación de 17.980 árboles. El Festival de la Juventud presentó un programa diversificado con más de 600 eventos realizados en 90 localidades distintas, en los que participaron más de 2.500 artistas.