(Zenit/InfoCatólica) Rodrigo Iván Cortés, líder de la sociedad civil y ex diputado en México, ha sido sentenciado por el delito de «violencia política de género», incluyendo la vertiente digital, debido a sus publicaciones en Twitter y Facebook. En estas publicaciones, se refirió a Luévano, una congresista que se identifica como transgénero, como un «hombre que se autodescribe mujer», alegando que estaba describiendo la realidad de la situación.
El miércoles 9 de agosto, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el tribunal electoral más alto de México, ratificó la sentencia previa que condena a Rodrigo Iván Cortés. La sentencia original lo había declarado culpable de diversos tipos de violencia, como la política de género, la digital, la simbólica, la psicológica y la sexual, a raíz de sus comentarios en redes sociales.
La Sala Superior determinó que Rodrigo Iván Cortés deberá pagar una multa de 19,244 pesos mexicanos. Además, se le ha ordenado publicar diariamente en sus cuentas de Twitter y Facebook, durante un período de 30 días, tanto la resolución judicial como una disculpa redactada por el tribunal. Como parte de las medidas impuestas, Cortés también está obligado a tomar un curso sobre "violencia política de género" y a inscribirse en el Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia Política contra las Mujeres en Razón de Género.
La asesora que está proveyendo apoyo jurídico a Cortés, Kristina Hjelkrem, declaró: «La discrepancia no es discriminación, y la disidencia pacífica nunca debe ser penalizada como violencia. Es profundamente preocupante que Cortés, que está ejerciendo su derecho a compartir pacíficamente su punto de vista sobre un debate importante y de actualidad, haya sido condenado como autor de un delito de violencia política cuando, de hecho, son sus opositores quienes están perpetuando el malestar dentro de las instituciones políticas de México».
El caso de Cortés se asemeja mucho al de Gabriel Quadri, un diputado que fue acusado y condenado por el delito de «violencia política de género» también a causa de publicaciones en internet, en este caso en Twitter.
La decisión del tribunal superior, que confirma la condena de Rodrigo Cortés, ha sufrido un retraso de dos meses debido a las solicitudes de recusación presentadas por Cortés. Dichas solicitudes se basaban en encuentros privados entre el juez y Luévano, que sugirieron parcialidad hacia la congresista transexual.
En respuesta a la sentencia, Cortés lamentó que se esté limitando la libertad de expresión y consideró que esta medida atenta contra la democracia en México. Aseguró que luchará por su derecho, así como el de todos los ciudadanos mexicanos, a expresarse libremente. Enfatizó que ninguna ley debería ser utilizada para silenciar o castigar a las personas por compartir sus convicciones, especialmente en temas relevantes. Según sus palabras, expresar pacíficamente la realidad biológica nunca debería considerarse un delito.
«El verdadero propósito de esta condena es silenciarme para que no diga lo que todos los ciudadanos preocupados necesitan escuchar: que estas acciones y propuestas de ley están impulsando una agenda radical en México, que representa una amenaza muy grave para el bienestar de nuestra sociedad, especialmente de nuestros niños», declaró Cortés.
Y añadió: «Sigo comprometido con la expresión pacífica de la verdad, la defensa de nuestras libertades fundamentales y la protección de nuestros hijos. Además, rechazo la violencia por todos los motivos. Basta ver los videos de los disturbios en nuestro Congreso para ver claramente que no soy yo ni mi organización los que estamos llevando el caos y el desorden a las instituciones políticas de México».
«La libertad de expresión se encuentra amenazada en México en este momento, y ha llegado a un punto de crisis con tribunales que imponen severas sanciones de censura por la expresión pacífica de opiniones, como lo demuestra este caso. Por desgracia, el caso de Cortés dista mucho de ser un incidente aislado», ha declarado Hjelkrem.
«Cada vez más, vemos cómo México viola el derecho fundamental y constitucional de sus ciudadanos a la libertad de expresión. Cortés se manifestó, pacíficamente, en apoyo de una verdad evidente, y por ello ha sido condenado porviolencia política de género y sometido a duras penas. La censura no es compatible con una sociedad libre», añadió Hjelkrem.
Persiste la Batalla por la Libertad de Expresión en México
Tras esta decisión, Cortés ha agotado todas las instancias de apelación disponibles en el sistema legal mexicano. Sin embargo, tiene la intención de llevar su caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos con el respaldo de ADF International.