(InfoCatólica) Como en el verano de 2022, el Prelado se ha dirigido a los fieles de la Prelatura tras la publicación por parte del Papa Francisco de un Motu Propio que afecta al Opus Dei, ya sea directamente como en Ad charisma tuendum o «indirectamente» con el último, ya que se da la circunstancia de que el Opus Dei es la única prelatura.
Por un lado señala el modo de acoger esta nueva regulación, «que acogemos con sincera obediencia filial esas disposiciones del Santo Padre», pide unidad, que «permanezcamos todas y todos muy unidos» y pone foco en los laicos y señala que los laicos «pertenecen» a la Obra. Algunas interpretaciones ligadas a la corriente jesuítica quieren ponerlas en duda.
Esas dudas podrían tener base canónica con lo decretado por el Papa Francisco, que «asimila» las Prelaturas a las «asociaciones clericales» y también dice que «los laicos pueden dedicarse a las obras apostólicas de la prelatura personal; pero la forma de esta cooperación orgánica y los principales deberes y derechos relacionados con ella se determinarán convenientemente en los estatutos».
El Prelado señala el impacto que podría tener en los laicos:
Las modificaciones establecidas en estos cánones se refieren al derecho general acerca de las prelaturas personales. En el añadido que se refiere a los laicos –razón de ser del Opus Dei: cristianos corrientes en medio del mundo, que buscan a Dios a través de su trabajo profesional y de su vida ordinaria–, se explicita la realidad de que son fieles de sus diócesis, como cualquier otro católico. En el caso de la Obra, además, miembros de esta familia sobrenatural, gracias a una específica llamada vocacional.
Sorpresivamente el Prelado no ha estado en la JMJ de Lisboa, donde se encontraban muchos fieles de la Prelatura y personas que participan de sus labores y medios de formación. En las anteriores siempre estuvo el Prelado del Opus Dei: Madrid, Río, Panamá o Cracovia, por ejemplo.
Mensaje del prelado del Opus Dei a propósito del Motu proprio sobre las prelaturas personales
Queridísimos, ¡que Jesús me guarde a mis hijas y a mis hijos!
Como habréis visto, anteayer el Papa Francisco publicó una carta en forma de Motu proprio acerca de las prelaturas personales. En ella se introducen modificaciones en dos cánones del Código de Derecho Canónico, en continuidad con lo establecido en Predicate evangelium, sobre la reforma de la Curia romana, y el Motu proprio Ad charisma tuendum.
Os escribo estas palabras para compartir con vosotros que acogemos con sincera obediencia filial esas disposiciones del Santo Padre, y para pediros que también en esto permanezcamos todas y todos muy unidos. Seguimos así el espíritu con el que vivieron san Josemaría y sus sucesores ante cualquier disposición del Papa relacionada con el Opus Dei. Siendo la Obra una realidad de Dios y de la Iglesia, el Espíritu Santo nos conduce en todo momento.
Por otro lado, y como es lógico, el Motu proprio del día 8 de agosto también deberá tenerse en cuenta en la adaptación y actualización de los estatutos de la Obra, que está en marcha desde hace un año. Por este motivo, renuevo ahora la petición de oraciones que ya os dirigí hace algunos meses, para que este trabajo llegue a buen puerto. Además, desearía que día a día se refuerce en nosotros, por la gracia de Dios, el sentirnos hijos de la Iglesia, hermanos y hermanas de una familia unida, que procuran encarnar en su vida el mensaje recibido por san Josemaría. Seamos apóstoles que siembran magnánimamente comprensión y caridad, con la alegría que da el encuentro con el Señor.
Las modificaciones establecidas en estos cánones se refieren al derecho general acerca de las prelaturas personales. En el añadido que se refiere a los laicos –razón de ser del Opus Dei: cristianos corrientes en medio del mundo, que buscan a Dios a través de su trabajo profesional y de su vida ordinaria–, se explicita la realidad de que son fieles de sus diócesis, como cualquier otro católico. En el caso de la Obra, además, miembros de esta familia sobrenatural, gracias a una específica llamada vocacional.
Por último, os aliento a continuar acompañándome en el viaje pastoral de los próximos días en Australia y Nueva Zelanda, como os transmití hace poco en otro mensaje, y a recurrir a la intercesión maternal de la Virgen, en la ya cercana solemnidad de la Asunción de María.
Con todo cariño, os bendice
Vuestro Padre