(InfoCatólica) La última vez que se tuvo noticias de él, se disponía a ingresar en Raqqa, la ciudad que luego se convirtió en la capital del autoproclamado Estado Islámico en Siria, con la noble intención de intervenir en la liberación de varios rehenes, entre ellos, dos obispos sirios.
El religioso jesuita dedicó su vida al trabajo en Siria desde la década de 1980, promoviendo el diálogo entre el Islam y el cristianismo. En 2012, fue expulsado del país por el gobierno, pero no dejó que ello lo detuviera y regresó en una misión humanitaria en 2013. El Padre Dall'Oglio siempre denunció el derramamiento de sangre en las calles de Siria, lamentando profundamente la pérdida de tantas vidas en el conflicto. Él expresaba con dolor: «Mucha gente está perdida, hay mucha gente luchando por la libertad y la democracia que se ha perdido, muchos buenos y jóvenes. Es una tremenda tragedia y las relaciones sociales son más difíciles ahora que hace un año y medio». Su lucha por la paz y el entendimiento entre las comunidades en medio del conflicto sirio lo convirtió en un símbolo de esperanza y valentía para muchos.
Con motivo del décimo aniversario de su desaparición, el cardenal Parolin, Secretario de Estado Vaticano celebró una Misa en Roma, en la que hizo llamamiento por el sacerdote jesuita y por todos los desaparecidos en estos años de conflicto. «La fe en Cristo -dijo Parolin- impulsó al padre Pablo al diálogo con los musulmanes».
El cardenal Parolin expresó su preocupación por los arzobispos Boulos Yazigi y Youhanna Ibrahim, así como otros dos sacerdotes desaparecidos en Siria, el armenio católico Michael Kayal y el greco-ortodoxo Issab Mahfoud.
El cardenal enfatizó la importancia de no ocultar la identidad cristiana en el diálogo con personas de otras confesiones, especialmente con los hermanos musulmanes. Abogó por hablar el lenguaje del Reino de los Cielos, que se basa en el respeto y la estima por los demás, para suplantar la lógica de la arrogancia y la guerra por la lógica del cielo, la caridad y la compasión.
El pensamiento del cardenal también se dirigió a los cristianos de Oriente Medio, instándoles a ser considerados ciudadanos con todos los derechos y libertades, más allá de la idea de minoría. Resaltó la contribución histórica y cultural que los cristianos han hecho en la región y su papel en el desarrollo económico y político.
En la celebración eucarística en memoria del padre Paolo Dall'Oglio, el cardenal Parolin pidió la gracia del consuelo para todas las personas afectadas por la guerra y el conflicto en Siria. Señaló que la Santa Sede sigue realizando esfuerzos para encontrar al padre Dall'Oglio y mantener vivo su mensaje de paz y diálogo con el Islam.