(ACIPrensa/InfoCatólica) Recientemente, el pasado 19 de julio, el padre Pamphili Nada falleció bajo el ataque de un hombre de quien se sospecha que tiene problemas mentales. Tras su fallecimiento, el monseñor Anthony Gaspar Lagwen, Obispo de Mbulu, expresó sus condolencias por lo sucedido y definió al padre Pamphili como un sacerdote que vivió su servicio con «coraje y valentía».
Asimismo, en el mensaje grabado y difundido por la Conferencia Episcopal de Tanzania, el obispo también invitó a los fieles a no perder el ánimo, y aceptar el fallecimiento del padre Nada con «la fuerza de la fe», recordando que «incidentes de este tipo suceden».
El trágico suceso ocurrió en la parroquia Nuestra Señora Reina de los Apóstoles, en la Diócesis de Mbulu, cuando un hombre, a quien posteriormente se identificó como Leonard Romani, ingresó al templo con supuestas intenciones de rezar y golpeó fuertemente al padre Nada con un objeto contundente.
Según informa Azam TV, de Tanzania, el hombre culpable del caso tenía prohibido entrar a la parroquia por los miembros de seguridad, sin embargo, el sacerdote indicó que se le permitiera pasar.
Azam TV relata: «al entrar a la iglesia, Romani atacó al sacerdote con un objeto pesado y contundente», después, un grupo de personas muy furiosas ingresaron violentamente al tempo y mataron a golpes a este sujeto.
De acuerdo con Vatican News, un vigilante de la parroquia activó las campanas de la iglesia cuando se dio cuenta de que Romani había cerrado las puertas y estaba atacando al sacerdote.
El sacerdote falleció mientras era trasladado al hospital, y el sospechoso fue linchado por enfurecidos ciudadanos que fueron informados sobre el incidente, según lo declarado por la comandante en jefe de la policía regional de Arusha, Justine Masejo.
En la grabación compartida por el Episcopado, Mons. Lagwen destaca que el padre Nada ha dejado un legado como un padre espiritual, reconocido por su profunda fe y dedicación, siempre dispuesto a cumplir sus responsabilidades con celo y valentía.
Además, enfatiza que el P. Nada será recordado como alguien que sirvió a la comunidad con entrega y devoción, convirtiéndose en un intercesor confiable de los fieles ante Dios.