(GaudiumPress/InfoCatólica) Expresando su preocupación por la cifra récord de fieles alemanes que optaron por no declararse parte de la Iglesia Católica en el 2022, el cardenal Dominik Jaroslav Duka, arzobispo emérito de Praga, realizó algunos comentarios sobre este cambio alarmante. La cifra de fieles que se consideran miembros de la Iglesia Católica descendió en 500.000 personas el año pasado, el mayor número en la historia de Baviera.
El Cardenal Duka aclara que estas cifras no indican una verdadera disminución de fieles en la Iglesia Católica, sino más bien una negativa a pagar el impuesto eclesiástico. En Alemania, para formar parte de una Iglesia, ya sea católica o protestante, se requiere el pago del Kirchensteuer, un diezmo directamente deducido de los salarios y gestionado por los bancos a través de débitos automáticos desde las cuentas de los fieles.
El Cardenal explicó que esta situación no se debe a una pérdida de fe o sentimiento de repudio hacia la Iglesia, sino más bien a la postura adoptada por el Comité Central de Católicos Alemanes y el episcopado en relación con el Camino Sinodal alemán.
Además, el Cardenal hizo referencia a las calumnias e intrigas internas que sufrió el Papa Benedicto XVI en el pasado. También señaló que algunos de los que se niegan a pagar el impuesto eclesiástico están descontentos con la actitud del Papa Francisco y los cardenales curiales frente al Camino Sinodal alemán.
«La negativa a pagar el impuesto de la Iglesia no es un problema nuevo. Esto ya se discutió después de la reunificación alemana. La opinión del episcopado y del Comité Central de los Católicos Alemanes es que estas personas no pueden recibir los Sacramentos, es decir, no pueden casarse en la iglesia, bautizar niños o tener un funeral», aseguró el arzobispo.
El arzobispo Duka hizo referencia a la perspectiva distinta del cardenal Ratzinger y destacó que en esta situación no se contempla la excomunión o exclusión de la Iglesia. En su época como Papa, el cardenal Ratzinger aconsejó a los católicos en esta situación que buscaran el ministerio espiritual en países vecinos. De hecho, el arzobispo Duka afirmó que en la República Checa, Eslovaquia o Polonia, se les puede proporcionar los sacramentos, permitiéndoles confesarse y comulgar con su comunidad.
El cardenal también cuestiona la actuación de los líderes de la Iglesia en Alemania, específicamente dirigidas hacia Mons. Bätzing, presidente del episcopado, y el cardenal Marx
Finalmente, también criticó a los líderes de la Iglesia alemana, especialmente a Mons. Bätzing, presidente de ese episcopado, y al cardenal Marx: «Es necesario hacer un examen de conciencia sobre cómo una cierta parte de los obispos, arzobispos y cardenales cuidan de sus deberes y mantienen su juramento de fidelidad».