(InfoCatólica) En efecto, el Jefe de Estado anuló el decreto 147 que fue promulgado por su predecesor, Jalal Talabani, el 10 de julio de 2013. Este decreto sancionaba el nombramiento pontificio del cardenal como jefe de la Iglesia caldea en Irak y en el mundo, y lo designaba responsable de los bienes de la Iglesia. Según una fuente eclesiástica en Irak citada por AsiaNews, todo el asunto gira en torno al control de los bienes y propiedades de la Iglesia, que alguien intenta quitar.
El presidente Abdul Latif Rashid ha intervenido recientemente para «aclarar» los detalles de este asunto. Él enfatizó que la anulación del decreto no afecta el estatuto religioso o jurídico del patriarca Sako, ya que su nombramiento fue realizado por la Sede Apostólica. Rashid, quien es un dirigente kurdo musulmán, mencionó que se trata de una cuestión «constitucional» que se está corrigiendo y que el patriarca sigue siendo respetado y apreciado como líder de la Iglesia caldea en Irak y en el mundo.
Sin embargo, la decisión del presidente acabaría privando al patriarca de la administración de los bienes de la Iglesia, que desde hace tiempo ha sido objeto de atención por parte de Ryan «el Caldeo» y las Brigadas de Babilonia. Según la fuente de AsiaNews, la decisión del presidente se produjo poco después de su reunión con Ryan, quien se autodenomina líder cristiano. La fuente señaló que otros también buscan intervenir y expropiar lo que pertenece a los cristianos. Durante más de 100 años, después de ser nombrado por el Papa, el patriarca ha recibido el reconocimiento de su cargo mediante decretos emitidos primero por el rey y luego por el presidente, afirmando su posición como jefe de la Iglesia y custodio de sus bienes. Con la anulación del decreto presidencial, el patriarca podría perder legalmente el control de la propiedad y los bienes. Sin embargo, el cardenal Sako está decidido a luchar y ya está considerando presentar un recurso ante los tribunales para que prevalezca la ley y se haga justicia.
La controversia en torno a la revocación del decreto presidencial es el último capítulo de una serie de ataques dirigidos contra la figura más autorizada y respetada de la Iglesia caldea de Irak. En las últimas semanas, los cristianos han alzado su voz en respuesta a lo que consideran «mentiras». Estos ataques están dirigidos contra el patriarca Sako y la cúpula de la Iglesia por parte del líder del Movimiento de Babilonia, Rayan al-Kaldani. Este líder autodenominado cristiano, respaldado por facciones chiitas vinculadas a potencias extranjeras como Irán, busca formar un enclave en la llanura de Nínive aprovechando su posición de fuerza y contando con cuatro diputados en el Parlamento y un ministerio bajo su control. El movimiento de las Brigadas de Babilonia surgió durante la lucha contra el Estado Islámico en la última década y ha establecido su influencia económica y política.
Los obispos del norte, en Mosul y la llanura de Nínive, han criticado duramente el sistema de asignación de cuotas para las minorías, y han expresado su pleno apoyo a la batalla del cardenal. Han anunciado la posibilidad de boicotear las próximas elecciones por parte de la comunidad cristiana. En mayo, el propio patriarca caldeo insinuó la posibilidad de recurrir a instancias judiciales internacionales para proteger la correcta distribución de las cuotas parlamentarias. Estas posturas han provocado ataques contra el patriarca y la institución por parte de personas cercanas al Movimiento de Babilonia, que se han vuelto cada vez más agresivos, empujando a cientos de cristianos, incluyendo sacerdotes y fieles, a salir a las calles y solidarizarse con el cardenal.
En una declaración conjunta enviada a AsiaNews, el Movimiento Democrático Asirio, el Consejo Popular Sirio Caldeo Asirio, la Unión Patriótica Betnahrain, el Partido de los Hijos de Nahrain y el Partido Patriótico Asirio han confirmado su apoyo al patriarca. Esta cercanía no solo se refiere a su autoridad religiosa, sino también a su estatus como institución religiosa que representa a una parte importante de la sociedad iraquí. Estos movimientos cristianos consideran que la decisión es inquietante debido a sus repercusiones negativas, que se suman a los ataques directos contra la comunidad cristiana, como desplazamientos, asesinatos de clérigos y civiles, secuestros, bombardeos de iglesias y cambios demográficos. En conclusión, como partidos nacionales, rechazan este decreto que permitiría la manipulación de la propiedad eclesiástica por parte de partidos influyentes y corruptos con claras intenciones de expropiarla.
Con información de Asia News
