(The Guardian/InfoCatólica) En su discurso de apertura de una reunión del órgano rector de la Iglesia de Inglaterra(*), el Sínodo General, Cottrell se detuvo en las palabras «Padre nuestro», inicio de la oración basada en Mateo 6:9-13 y Lucas 11:2-4 del Nuevo Testamento.
«Sé que la palabra 'padre' es problemática para aquellos cuya experiencia de padres terrenales ha sido destructiva y abusiva, y para todos nosotros que hemos sufrido demasiado por un control opresivamente patriarcal de la vida», dijo.
Su comentario -un breve inciso en un discurso centrado en la necesidad de unidad- dividirá a los miembros de la comunión eclesial anglicana, cuyas diferencias en cuestiones de sexualidad, identidad e igualdad han sido muy visibles durante años.
Tras el discurso de Cottrell, el canónigo Dr. Chris Sugden, presidente del grupo conservador Anglican Mainstream, señaló que en la Biblia Jesús instaba a rezar a «nuestro padre».
Y añadió:
«¿Está diciendo el arzobispo de York que Jesús se equivocó, o que Jesús no tenía conciencia pastoral? Parece ser emblemático del planteamiento de algunos líderes eclesiásticos, que se inspiran más en la cultura que en las Escrituras».
La reverenda Christina Rees, que hizo campaña a favor de las mujeres obispos, dijo que Cottrell había «puesto el dedo en la llaga en una cuestión que es muy viva para los cristianos y lo ha sido durante muchos años».
Y añadió:
«La gran pregunta es: ¿creemos realmente que Dios cree que los seres humanos varones son portadores de su imagen de forma más plena y precisa que las mujeres? La respuesta es rotundamente no».
En febrero, la comunión anlgicana dijo que estudiaría la posibilidad de dejar de referirse a Dios como «él», después de que los sacerdotes pidieran que se les permitiera utilizar términos de género neutro en su lugar.
(*) La comunión eclesial anglicana no conserva la sucesión apostólica y por tanto no es propiamente iglesia y no administra válidamente el sacramento del orden.