(Agencias/InfoCatólica) La liberación del obispo Álvarez habría sido llevada a cabo en completo secreto. Según diversas fuentes diplomáticas consultadas, existe una comunicación entre el Vaticano, la Conferencia Episcopal y el régimen dictatorial de Ortega y Murillo. Sin embargo, se ha producido un estancamiento en cuanto a un eventual destierro del obispo católico.
Esta situación ha generado una «tensión y dificultad considerable», especialmente porque la noticia se ha filtrado y Álvarez muestra reticencia a abandonar Nicaragua, según las mismas fuentes. El secretismo es tal que ni siquiera la familia del obispo de Matagalpa conoce su paradero.
La máxima autoridad a la que Álvarez rinde cuentas es el Papa Francisco, y las fuentes explican que solo una orden del Pontífice podría desbloquear la situación y lograr que el obispo salga de Nicaragua. Sin embargo, hasta el momento se desconoce si el Papa ha emitido una instrucción similar a la que dio al obispo auxiliar de Managua, Silvio Baéz, quien se vio obligado a exiliarse en abril de 2019.
El dirigente opositor Félix Maradiaga ha confirmado que el obispo «ya no se encuentra en el centro de detención.... extraoficialmente se ha mencionado, por parte de fuentes creíbles y bien informadas, que Monseñor Rolando Álvarez podría ser enviado fuera de Nicaragua en las próximas horas, probablemente mañana».
Cabe recordar que el presidente brasileño, Lula Da Silva, se comprometió a mediar para la liberación del obispo tras ser recibido recientemente por el Papa.
