(Le Figaro/InfoCatólica) El último fin de semana de junio es tradicionalmente el momento en que los seminaristas, previamente ordenados diáconos, se presentan ante su obispo para ser ordenados sacerdotes diocesanos. Entre 2000 y 2010, hubo un centenar cada año, seguido de unos 80 en la década siguiente, 81 en 2020, 79 en 2021, 77 en 2022 y... 52 en 2023.
El número de ordenaciones de sacerdotes diocesanos ha descendido un 50% en dos décadas. Se trata de un hecho sin precedentes, aunque habrá que esperar para ver si este descenso perdura, algo ciertamente probable, ya que los nuevos ingresos en el seminario sean cada vez más escasos. Recientemente se han cerrado seminarios importantes en Lille y Burdeos. Se necesitan siete años de formación para madurar una vocación, con una tasa de pérdida de uno de cada dos candidatos.
Es paradigmático lo que está sucediendo en la archidiócesis de París, la más poblada de Francia: en septiembre de 2023, sólo cuatro candidatos entraron en el primer año de seminario. Y sólo 5 sacerdotes serán ordenados el 24 de junio en la iglesia de Saint-Sulpice de París. Fueron 10 en 2022, 12 en 2021.
Afortunadamente para la Iglesia, también hay ordenaciones de sacerdotes pertenecientes a órdenes y congregaciones religiosas. Este año hay 37.
Cifras completas según los datos ofrecidos por la Conferencia Episcopal Francesa:
- 52 sacerdotes diocesanos
- 19 sacerdotes de una congregación, comunidad o sociedad de vida apostólica
- 18 sacerdotes religiosos
- 5 sacerdotes que celebran según el Misal Romano de 1962, FSSP.