(UCANews/InfoCatólica) El gobierno japonés ha aprobado una serie de nuevas medidas, entre ellas un mayor apoyo financiero a las familias, destinadas a revertir el alarmante descenso de la natalidad en el país.
Las medidas encabezadas por el primer ministro Fumio Kishida asignarán un presupuesto anual de aproximadamente 3,5 billones de yenes (25.000 millones de dólares) durante tres años (2024-2027).
Kishida identificó la falta de ingresos adecuados entre la generación más joven como uno de los principales factores que contribuyen al descenso de la natalidad.
«Si no ponemos freno al rápido descenso de la natalidad y a la disminución de la población, la economía de nuestro país se contraerá y será difícil mantener nuestros sistemas de seguridad social, incluidas las comunidades locales, las pensiones, la atención médica y los cuidados de enfermería», declaró Kishida a los medios de comunicación el 13 de junio.
Japón registró en 2022 el número más bajo de nacimientos de su historia, con 799.728, lo que pone de manifiesto la necesidad imperiosa de tomar medidas para hacer frente al descenso de la natalidad.
Una de las principales razones del descenso de la natalidad en Japón es el aumento del número de personas solteras, atribuido a factores como la inestabilidad laboral y los bajos ingresos, según Haruka Sakamoto, miembro de la Fundación de Tokio para la Investigación Política.
Y el aumento de personas solteras no se debe principalmente a un cambio de valores, dijo Sakamoto durante una rueda de prensa en Tokio el 7 de junio. «La verdadera razón es que fueron víctimas de la 'generación de la edad de hielo (generación de la escasez de empleo)' y del estancamiento de las economías que le siguió, lo que les impidió casarse o tener hijos si querían», dijo citando datos de la investigación.
«La generación más joven no debe considerarse la causa del descenso de la natalidad, sino más bien las víctimas del estancamiento de la economía en la sociedad», afirmó además.
Ayudas económicas a las generaciones más jóvenes
La prestación por parto pasará de 420.000 a 500.000 yenes (unos 3.500 dólares). Además, los gastos de parto estarán cubiertos por el seguro médico público para proporcionar una mayor ayuda económica.
También se concederán ayudas mensuales por hijo de 15.000 yenes por cada hijo menor de tres años y por cada hijo desde los tres años hasta el bachillerato se recibirá 10.000 yenes al mes. Para las familias con un tercer hijo y siguientes, la ayuda mensual será de 30.000 yenes, desde el nacimiento hasta el bachillerato.
Además, se eliminarán las restricciones de ingresos familiares para recibir ayudas públicas a la crianza de los hijos, lo que garantizará un acceso más amplio a las ayudas económicas.
Finalmente, Japón pretende ampliar la exención de tasas de matrícula en las universidades y ofrecer educación superior gratuita a los estudiantes.
Para asegurar los fondos para estas iniciativas, el gobierno planea aplicar reformas del gasto.
«Aunque aplicaremos las medidas de apoyo con un sentido de urgencia, utilizaremos bonos especiales de financiación del déficit para los niños con el fin de hacer frente a la escasez de recursos financieros derivada del hecho de que llevará varios años completar las reformas del gasto», explicó Kishida.
Dos madres manifestaron a UCA News su satisfacción por las medidas estatales.
Una madre filipina, identificada como María, dijo que el programa del gobierno ayudará a aliviar las cargas financieras de la familia. Con 49 años, vive en la ciudad de Kawaguchi, en la prefectura de Saitama, trabaja como cuidadora a tiempo parcial y tiene dos hijas de 12 y 10 años.
Por su parte, Hiroe Katsuki, japonesa de Tokio, con 34 años y madre de un niño de dos años y medio, afirmó: «El aumento de la prestación a tanto alzado por parto ayudará sin duda a muchas madres». Sin embargo, muchos hospitales y clínicas van a aumentar sus tarifas, y la gratuidad habría sido aún mejor, comentó. El subsidio mensual para el tercer hijo y siguientes es útil, pero no resolverá el problema. «Si no recibimos suficiente ayuda para nuestro primer y segundo hijo, ni siquiera nos plantearemos tener un tercero», añadió.
Coincidió con el Primer ministro en que la falta de ingresos suficientes entre la generación más joven sigue siendo una de las principales razones del descenso de la natalidad en el país. «Más que proporcionar dinero, creo que es necesario cambiar fundamentalmente el hecho de que los salarios en Japón han permanecido estancados durante mucho tiempo», dijo.