(Abc/InfoCatólica) López Moya, que asegura que las mujeres trans son hombres y los hombres trans son mujeres «al cien por cien», señala que hay familias que están denunciando un peligroso «contagio social» de sus hijos, que los jóvenes se hacen trans «por moda». «Llamarme terf o tránsfoba también es una forma de cosificarme; no están agrediendo física, verbal y jurídicamente si no pensamos como ellos»
La psicóloga indica que el lobby trans actúa como una secta:
«Adoctrinan a los jóvenes en contra de sus padres porque les dicen que sus familias no están respetando su verdadera identidad de género. Intentan disociar a las personas de su realidad orgánica en pos de un ideal, que en este caso es la identidad de género. Las motivaciones están siempre basadas en el sexismo»
En su libro, López Moya analiza cómo el movimiento queer se ha transformado en una nueva religión que enriquece a demasiadas personas como para frenarlo. Además del ingente caudal de dinero que hay en juego, esta secta de transactivismo se sirve de la persuasión coercitiva, la propaganda, la censura y las promesas de salvación a personas tan vulnerables consigo mismas y con sus cuerpos como son los adolescentes.
Pero, advierte, los efectos –atrofias, mutilaciones– son algo más que notables, son del todo irreversibles.
La psicóloga sostiene que si un joven está a disgusto con su cuerpo, o tiene una anomalía del desarrollo sexual, lo lógico es ayudarle a aceptarse con la mínima invasión posible a través de la terapia, aunque para muchos seguidores de la doctrina 'queer' esta reflexión equivalga a promover un delito de odio «tránsfobo».
🎙️La periodista Erika Montañés de @abc_es me hizo una entrevista en la que me dejó hablar sin censura. Podéis leerla aquí. 👇#LaSecta. El activismo trans y cómo nos manipulan. https://t.co/dTheEbnJd4
— ♀️Ψ Carola López Moya (@mamaresiliente) June 5, 2023